¿Continúa en activo la originaria finca de Son Mesquidassa, en Felanitx?
Está en activo. La adquirimos en 1983. Se sembró de alcaparras, melones y finalmente en 2014 la sembramos de olivos —150.000— e instalamos una almazara de última generación, que garantiza una eficiente extracción y la calidad del aceite.
En dicha finca, ¿la principal variedad de olivo que se cultiva es la arbequina?
Sí, es mayoritariamente arbequina, con Denominación de Origen —D.O.—, aunque también hay algunas hectáreas de variedades experimentales como la koroneiki y la arbossana para valorar su rendimiento. Fue un acierto, porque nos ha permitido concluir que hay variedades mejores para nuestro clima.
¿El problema con que se encontraron en Son Mesquidassa fue la aparición del repilo?
El campo tiene infinitos problemas. Nos hemos encontrado dos años de granizo, otros de excesivo frío o calor en la floración, y estos últimos años repilo. Una verdadera aventura. El repilo es muy cruel, defolia la planta y no tiene tratamiento efectivo. La producción cae en picado.
¿Qué variedades plantan ahora en Son Vivot?
En Son Vivot precisamente plantaremos koroneiki y arbossana, y alguna variedad experimental más. De momento estas variedades no están en la D.O., pero se está valorando la posibilidad de que lo estén, porque se ha demostrado que son más resistentes al repilo y se adaptan mejor a nuestro clima húmedo.
"El repilo es muy cruel, defolia la planta y no tiene tratamiento efectivo. La producción cae en picado"
¿El repilo puede afectar también a estas dos nuevas variedades?
Sí, pero en menor intensidad, pues no pierden la hoja aunque estén claramente afectadas. Esto es importante, porque además evitaremos fitosanitarios. Nuestras fincas están registradas como producción integrada, un distintivo que pretende unas plantaciones más ecológicas.
¿Creen que sería bueno descatalogar la arbequina y catalogar las otras variedades?
No consideramos que se tenga que descatalogar la arbequina. Simplemente, hay que adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y sanitarias e introducir nuevas variedades que ayuden a rentabilizar el campo, porque ya tenemos suficientes problemas. Si no hay facilidades, el campo será una opción inviable. Tendremos que sembrar chalets.
¿Cómo se lleva a cabo el riego en Son Vivot?
Es un sistema totalmente novedoso con aplicación web que permite controlar el riego en tiempo real. Podemos modificar los caudales, detectar fugas de forma inmediata, etcétera. Ahorrar agua y energía. Además, el sistema permite contratar la corriente eléctrica en el momento justo del riego, en función del coste de la energía, aunque la mayor parte pretendemos obtenerla de placas solares que estarán encima del almacén.
¿Es cierto que les ofrecieron instalar placas solares en Son Vivot y dejar de sembrar olivos?
Varias veces, ofertas muy interesantes, dinero fácil, sin trabajar. La familia Rosselló lo tiene claro, hay que reinvertir, trabajar y recoger los frutos. Nos satisface mucho poder aportar más aceitunas a nuestra almazara y ver crecer nuestras cinco marcas de aceite.
"En Son Vivot hay un sistema totalmente novedoso con aplicación web que permite controlar el riego en tiempo real"
¿Cuáles son esas marcas?
Joan Rosselló, Ni Verd Ni Blau, Can Troquet, Olidays y Son Mesquidassa. Todas ellas con nombres vinculados a la familia y a sus sentimientos y vivencias. Puro romanticismo y gran contribución a la soberanía alimentaria de nuestra isla. Espero que a la larga también nos dé alegrías.
El aceite de oliva que se produce en Mallorca, ¿qué porcentaje representa del total que se consume en la isla?
De media, en España una persona consume siete litros de aceite de oliva por año. En Mallorca, debe de haber un consumo cercano a los 10 millones de litros. La producción de un año normal en Mallorca son unos 400.000 litros. Eche cuentas, un 4 por cien se produce en Mallorca. No hay isla para todo lo que tenemos que sembrar. ¡Y solamente hablamos de aceite!
¿Cómo se puede conseguir la mejora de este porcentaje?
Hay que facilitar la siembra de los campos por todos los medios, incluso poner tierra a disposición de los que la quieren sembrar, especialmente gente joven. Cabe incentivar el producto local y el kilómetro cero. Debería haber un punto de venta obligatorio de producto local en todas las grandes superficies, aeropuertos, mercados, ferias, etcétera. Hay que darlo todo.
Entiendo, sí...
Cultivar la tierra siempre de forma respetuosa con el entorno es una necesidad estratégica para nuestra isla.