El proyecto forma parte de una estrategia más amplia de sostenibilidad ambiental, en la que se promueve la reutilización de agua tratada, la protección del medio natural, y la economía circular, optimizando recursos y reduciendo el impacto ambiental. Se trata de un ejemplo de cómo la inversión pública puede transformar el agua en un recurso estratégico, seguro y eficiente, beneficiando tanto a residentes como a turistas.

REUTILIZACIÓN DEL AGUA
El agua regenerada no es potable, pero puede emplearse en usos que no requieren agua de consumo humano. Entre sus principales aplicaciones están el riego de jardines públicos y privados, parques, áreas deportivas, campos de golf, zonas hoteleras y algunas actividades agrícolas o recreativas. Su reutilización permite ahorrar agua potable, reducir los vertidos al mar y gestionar de manera más eficiente los recursos hídricos del municipio.
Además, contribuye a un modelo de economía circular, en el que los recursos se aprovechan al máximo. En un municipio turístico como Calvià, donde la demanda de agua aumenta considerablemente durante la temporada alta, la reutilización se convierte en una herramienta clave para garantizar sostenibilidad y resiliencia.
INFRAESTRUCTURAS EXISTENTES
Calvià cuenta con varias plantas de tratamiento y regeneración de aguas que abastecen distintos usos. Entre las principales instalaciones se encuentran la planta de Bendinat, en funcionamiento desde 2001 y ampliada en 2019, y la ERA de Santa Ponça, inaugurada en 2022. Juntas, cubren 55 kilómetros de red de distribución y atienden unas 914.000 m² de zonas regables, tanto públicas como privadas.

Estas infraestructuras son esenciales para garantizar la salubridad del suministro y la preservación del entorno, asegurando que jardines, parques, instalaciones deportivas y áreas turísticas se mantengan en óptimas condiciones durante todo el año.
PROYECTO DE AMPLIACIÓN
El proyecto de ampliación permite llevar agua regenerada a zonas prioritarias como Santa Ponça, El Toro, Golf Santa Ponça, Peguera, Cala Vinyes, Sol de Mallorca y Puerto Portals. Se crearán anillos de transporte, derivaciones hacia urbanizaciones, hoteles y puertos, y conexiones para integrar áreas que hasta ahora solo contaban con cobertura parcial. Además, la red contará con sistemas de control técnico como caudalímetros, reguladores de presión, manómetros y telecontrol, integrados en el sistema SCADA de Calvià 2000.

Esto permitirá supervisar el flujo de agua en tiempo real, detectar fugas, optimizar la presión y garantizar un servicio estable y seguro para todos los usuarios. Los estudios agronómicos indican que la superficie total regable en Calvià asciende a 914.060 metros cuadrados, repartidos entre espacios públicos y privados.
El consumo anual de agua regenerada se estima en 1.352.144 metros cúbicos, con un máximo diario de 10.666 metros cúbicos en julio. El caudal continuo medio es de 42,88 litros por segundo, mientras que el máximo instantáneo alcanza 123,45 litros por segundo. Esta disponibilidad asegura un suministro eficiente incluso en los meses de mayor presión turística.
ECONOMÍA CIRCULAR Y DESARROLLO HUMANO
La ampliación de la red contribuye directamente a la protección del medio natural, rural y marino. Al aumentar la disponibilidad de agua regenerada se reduce la extracción de aguas subterráneas, se mejora la calidad del agua tratada y se minimiza el vertido al mar, preservando los ecosistemas costeros y marinos y garantizando la biodiversidad. El proyecto también fortalece la adaptación al cambio climático, al reducir la presión sobre los recursos hídricos y optimizar el uso de energía en el bombeo y tratamiento del agua. Con ello, se promueve un modelo de gestión hídrica más eficiente, sostenible y resiliente frente a la variabilidad climática y la alta presión turística.

El agua regenerada se convierte en un recurso estratégico que impulsa la economía circular en Calvià. Permite desarrollar actividades que dependen de este recurso, como el riego de jardines turísticos, el mantenimiento de campos de golf, el suministro a puertos deportivos y el riego en zonas de ocio. Esto genera beneficios tanto para residentes como para el sector turístico, sin comprometer los recursos naturales de la isla.
Con la ampliación, la red podría alcanzar 150 kilómetros, cubriendo todas las zonas verdes municipales, urbanizaciones y áreas turísticas prioritarias. Esta extensión garantiza eficiencia, sostenibilidad y un suministro seguro para todos los usuarios, consolidando la red como un eje estratégico en la gestión del agua del municipio

HACIA EL VERTIDO CERO
El objetivo final del proyecto es alcanzar el vertido cero, reutilizando hasta el 85 por ciento del agua tratada en los momentos de máxima producción. Esto reduce la presión sobre los acuíferos, disminuye los vertidos al mar y promueve un modelo de gestión hídrica responsable y sostenible, con beneficios ambientales, sociales y económicos.
Calvià se consolida así como un referente en gestión hídrica sostenible, donde la planificación técnica, la inversión pública y la reutilización del agua se combinan para garantizar que todos los usuarios reciban un suministro seguro y eficiente, al mismo tiempo que se protege el entorno natural y se promueve un turismo respetuoso y sostenible.


