El Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Banyalbufar han firmado un convenio para reformar a partir de enero la Torre des Verger o Talaia de ses Ànimes. El acuerdo ha sido firmado por el vicepresidente primero del Consell, Francisco Miralles y el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà.
Tras la de Cala Pi, la de ses Ànimes es la segunda torre que intervendrá la brigada de Patrimonio del Consell de Mallorca con ocasión del programa que ha puesto en marcha el departamento de Cultura, Patrimonio y Deportes para restaurar torres del sistema de defensa, vigilancia y alerta de Mallorca en el periodo 2017-2020.
Miralles ha mostrado su satisfacción por la recuperación de la torres de defensa. Las otras dos que también serán renovadas son la Torre Mayor de Alcúdia y la Torre de Sa Mola de Andratx.
Este programa está dotado con 400.000 euros para pagar los gastos de la brigada de Patrimonio.
El Consell de Mallorca se hace cargo de la redacción de los proyectos técnicos de restauración y aporta tanto el personal técnico como la mano de obra para su ejecución a través de la brigada de Patrimonio.
Por su parte, la propiedad se hace cargo de los gastos de los materiales y transporte, así como de obtener licencias y permisos.
Las actuaciones en sa Talaia de ses Ànimes son dos: mejorar la seguridad del acceso y restaurar la torre.
En estos momentos, el acceso a la torre se encuentra cerrado para garantizar la seguridad de todas aquellas personas que visitan la zona.
"Al patrimonio le tenemos que encontrar un uso y debe ser practicable porque no hay nada peor que caiga en desuso", ha señalado Miralles.
El Ayuntamiento de Banyalbufar es propietario del 50 % de la titularidad de la Talaia de ses Ànimes y el otro 50 % es de propiedad privada, de los herederos del Archiduque Luis Salvador.
"La Talaia de ses Ànimes es un símbolo muy importante para Banyalbufar y para Mallorca; yo diría que es la torre insignia de Mallorca, es difícil que haya un mallorquín que no la haya visto plasmada gráficamente en algún sitio", ha reseñado el alcalde.
El proyecto arquitectónico contempla la adecuación del entorno de acceso a la torre para mejorar la seguridad de los visitantes y eso se traduce, entre otras medidas, en la sustitución de la barandilla de acebuche por una protección nueva y más segura.
Además, se revisará el perímetro de la explanada y se replantearán pendientes, cantoneras y escalones, así como el sistema de recogida de sobrantes de agua de lluvia.
También se analizará el último tramo de acceso a la torre para evaluar su posible sustitución por una escalera independiente de la torre.