España estuvo presente en uno de los momentos más trascendentales para el catolicismo global: el inicio del Pontificado de Su Santidad el Papa León XIV. La ceremonia, celebrada en la majestuosa Plaza de San Pedro del Vaticano, congregó a representantes de más de 150 países y contó con la asistencia de Sus Majestades los Reyes de España, acompañados de una nutrida delegación institucional.
Una delegación de alto nivel político
La presencia española no fue meramente protocolaria. Estuvo encabezada por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. A ellos se sumaron la embajadora ante la Santa Sede, Isabel Celaá, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
La diversidad ideológica de la delegación, unida en torno al respeto institucional y religioso, evidenció el papel central que la Iglesia sigue teniendo en la política exterior española.
Un recibimiento solemne y ordenado
A su llegada a la Basílica de San Pedro, Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos por el jefe de Protocolo de la Santa Sede, Javier Domingo Fernández, antes de cruzar solemnemente el templo y salir a la plaza por la Puerta Principal. En un gesto cuidadosamente orquestado por el Vaticano, los Reyes se ubicaron a la izquierda del altar, en el espacio reservado a España, demostrando la relevancia de nuestro país en el contexto diplomático vaticano.
Encuentro con el Papa León XIV
Finalizada la Misa, los Reyes accedieron junto al resto de delegaciones al interior de la Basílica para saludar al nuevo Pontífice. Don Felipe y Doña Letizia trasladaron en nombre del pueblo español, del Gobierno y de la Familia Real sus mejores deseos para un pontificado lleno de aciertos. Además, expresaron su deseo de recibir pronto al Papa en España, gesto habitual en el inicio de cada nueva etapa papal.
Este momento simbólico cierra el círculo iniciado el pasado 26 de abril, cuando los Reyes asistieron también en el Vaticano a la Misa Exequial por el Papa Francisco, a la que acudieron líderes de todo el mundo para despedir al pontífice emérito.
León XIV: el inicio de una nueva etapa
Aunque aún es pronto para perfilar el tono de su pontificado, el Papa León XIV representa una nueva etapa en la Iglesia Católica. Su elección ha sido interpretada como un guiño al diálogo y la apertura, continuando parte del legado de su predecesor, pero con una agenda propia.
Un mensaje que trasciende la liturgia
La participación de los Reyes en esta ceremonia no solo tiene un carácter litúrgico, sino también diplomático y simbólico. España, como uno de los países históricamente más vinculados al catolicismo y a la Santa Sede, reafirma su posición de interlocutor privilegiado ante el Vaticano.
Este tipo de actos, cargados de significado, sirven también como escenarios de relaciones bilaterales y proyección internacional. Las imágenes de Felipe VI y Doña Letizia en el Vaticano no tardaron en difundirse en medios de todo el mundo, reflejando la vigencia del papel de la monarquía española en los grandes escenarios globales.