Morir de pena

GUILLERMO AMENGUAL, ANIMANATURALIS.- Delfines, orcas, osos, leones, pingüinos, gorilas,  hipopótamos, focas, elefantes y una infinidad de animales que son obligados a vivir en cautiverio en los numerosos parques y zoológicos de España, con el paso del tiempo mueren de pena añorando vivir en su robada libertad.

El ser humano se cree que todos los animales que viven en el planeta son para su uso y disfrute y antepone sus intereses personales a los derechos de los animales. ¿Quiénes somos para mantener encerrados de por vida a estos bellos animales y obligarlos a hacerles actos antinaturales para nuestra diversión?

Los secuestramos de su hábitat natural, les privamos de su libertad, los confinamos en jaulas y tanques de pequeñas dimensiones y los reducimos a simples objetos de por vida.

Muchas personas dicen que los delfines y orcas en cautividad son felices y no sufren ningún tipo de maltrato, son pensamientos que están muy lejos de la realidad. Para empezar las orcas o delfines que malviven en los parques acuáticos o son arrancados de su hábitat natural o son nacidos en cautividad. Estos impresionantes animales tienen todo el océano para su disfrute y al ser privados de ello, son introducidos en pequeños tanques donde enfermaran y morirán con el paso del tiempo.

Los parques acuáticos solo venden la parte bonita de su centro, que solo los tienen para curarles, que al ser nacidos en cautivad no podrían sobrevivir en libertad, que son felices. Pero muy distinta es la realidad. Estos animales enferman en los tanques donde son obligados a entrenar para hacer los espectáculos. Estos tanques tienen productos químicos que ingieren directamente los delfines y orcas, afectándoles a las vías respiratorias. También dejan de comunicarse entre ellos, ya que al comunicarse con un sistema de comunicación semejante a un sonar de un barco,  estos chasquidos rebotan en los cristales del tanque y hacen que se vuelvan locos, por lo que dejan de comunicarse.

También es una afirmación errónea, el decir que los delfines son felices porque siempre sonríen. Las mandíbulas de los delfines tienen esa forma, no es una sonrisa.

Debemos ser capaces de empatizar con estos animales, tenemos que ser conscientes que estos animales han nacido para vivir en libertad. nosotros no somos sus dueños, ni somos quien para decidir su futuro.

Basta con ir a cualquier zoológico para ver las caras de estos animales, mirarles a sus ojos y comprender que se están muriendo añorando algo que jamás deberíamos  haberles  quitado: su LIBERTAD.

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