En primer lugar aclarar que no existe la depresión nadalenca ni tampoco hay que tomar Prozac para gestionar el mal llamado síndrome navideño. Admitámoslo existe la navidofobia y la navidofilia. Pesadilla versus celebración.
No existen las Navidades existe la Navidad del 2014. He ahí el reto de vivir el presente. Hay muchos factores sociales, culturales y sobre todo personales que explican nuestra filia, nuestra fobia o nuestra neutralidad navideña. Las ausencias, perdidas y duelos se reactivan, se reflotan las reuniones familiares crispadas y a veces anomicas, la sobreabundancia de comidas y compras (algunas con hipoteca diferida), la sobre estimulación interna y externa que nos superdistresa ,el rechazo a la programación publicitaria que nos exige felicidad a raudales y goce ( que no placer) universal en todos los sitios y con todos, la perdida de la espiritualidad, la dificultad de manejo y de conciliación con otros sentimientos internos como la rabia o la tristeza, que entran en contradicción con el “look emocional del espíritu navideño”,la regresión infantil que sufrimos y en la que nos refugiamos.!Que caja de resonancia mas potente es la navidad, como amplifica los decibelios emocionales ¡.No existen navidades clónicas pero deberíamos reflexionar en los clones que representaremos en esta navidad. En la sobredosis de mogollón familiar, algunos parientes se convierten en trolls primitivos que arman el Belen. Si en la familia hay algún narcisista las escaramuzas están servidas ya que son especialistas en colapsar emocionalmente al prójimo. Que duda cabe que la Navidad es un barómetro que mide la calidad de nuestros vínculos familiares. Cuando uno vuelve a casa uno se empequeceñe a veces tanto que se vuelve a poner los zapatos de la primera comunión y resurgen sentimientos, a veces ambivalentes con los hermanos. Y que decir de la silla vacía, de las ausencias que se vuelven todavía más presentes, de los que ya no están.Siempre falta alguno cuando se vuelve a casa en Navidad. Aunque la realidad sea siempre un buen negocio, o falta el padre o la madre, o los dos, o esta la suegra, la cuñada o el hermano que no sudan chanel cinco. Los dolientes se re-duelen mas en estas fechas. Vuelven a emerger los duelos individuales y colectivos. Algunas familias optan por cambiar la escenografía y cenar en cualquier sitio menos en casa. Otras eligen la “cura geográfica” marchando de viaje. Es aconsejable introducir un ritual simbólico que suponga un testimonio o recuerdo agradecido y cariñoso en voz alta de la persona que no va estar: desde encender una vela a colocar una foto o un peluche en la mesa. De igual manera que es natural manifestar malestar, también ayuda a elaborar el duelo fomentar emociones positivas sin sentir culpa. Por otra parte la Navidad es una época angustiante para fóbicos sociales y para los que padecen crisis de pánico y agorafobia. Algunas sugerencia serian: utilice la navidad como punto de inflexión, de balance (nunca como una enmienda a la totalidad),valore lo que ha conseguido, como estaba y como esta, recuerde cuan amado y querido ha sido , plantéese retos realistas, no se queje, renuncie a su quejorrea crónica como una vía para que algo cambie, ejerza el voluntariado, no sobreconsuma ya que solo estará construyendo su futura decepción e insatisfacción , sea solidario, admitan su tristeza y adáptense a ella, no la nieguen , regálense tiempo para pensar en ustedes, hagan ayuno de la negatividad, del egoísmo, de la intolerancia y la estupidez. Mantengan el limite con las personas toxicas. La navidad es una gran oportunidad para renovar el reto de vivir el presente. Usted puede construir una navidad constructiva o destructiva .Nunca olviden el gran poder auto terapéutico del perdón. Todo tiene su momento y cada cosa su tiempo bajo el cielo. Esta navidad: ennavidate.
Sugerencia gastronomica
El puente de la Inmaculada estuve en mi tierra aragonesa. Yo soy de Teruel y no todo el mundo puede decir lo mismo. En Zaragoza ,hacia un cierzo que maquillaba de colorado las orejas y la nariz. Y ademas gratis. Pero el tapeo no se perdona. Me fui al Tubo y probe, en la Lobera de Martin , unas gambas con gabardina y unas madejas de cordero a la plancha espectaculares regadas con un Pazo de Ayles impresionante. De ahi al Pascualillo donde saboree unas cigalas de la huerta con un Tinto de Borja.Y el colofon fue en la Sidreria la Kupela ( al lado del Pilar), donde me comi la mejor media docena de salmueras, de este año.