En el discurso del acto central de la Diada de Mallorca, la presidenta del Consell, Maria Salom, ha afirmado la tarde de este viernes que hace tres años se encontró con un enfermo terminal" al que ha conseguido salvar dotándole de "viabilidad económica". La presidenta se ha mostrado muy satisfecha con la política social desarrollada por la institución, que ha podido sacar adelante pese a las dificultades presupuestarias.
Salom considera alcanzado el objetivo fundamental que se planteó hace tres años cuando se hizo cargo de la institución: "recuperar la tesorería", ya que en 2011, cuando se hizo cargo, el Consell "tenía deudas con todo el mundo". Su acción se centró en "evitar su desaparición por su poca o nula efectividad".
Una de las claves de su gestión ha sido la "humildad", trabajando de una manera pragmática en lo que se podía hacer mientras se equilibraban las cuentas. Se ha mostrado orgullosa de "mejorar las carreteras" pese a no recibir las ayudas de Madrid, como pasó en otras legislaturas.
Otra de las alegrías de la presidenta ha sido el esfuerzo por no subir tasas ni impuestos que tenían que salir de los "depauperados bolsillos de los mallorquines". Salom ha hecho una apelación a la "mallorquinidad", convencida de que la institución ya vuelve a funcionar.