Pocas personas conocen tan bien el mundo del transporte en Baleares como Rafael Roig (S'Horta, 1966). Presidente de la Asociación de Transporte Discrecional desde 2010 y máximo responsable de la Federación Empresarial Balear de Transportes desde 2013, es además vicepresidente y tesorero de la patronal CAEB. Roig recuerda que en su sector no sólo se encuadran los autocares y los camiones, el transporte discrecional y el de mercancías, sino también por ejemplo las grúas de auxilio en carretera o los taxis.
¿Cuáles son las previsiones para este verano?
Debemos ser prudentes. Si miramos los dos últimos años, 2017 fue bueno y 2018 fue algo peor. Por lo que respecta a 2019, de momento hay un 15 por cien menos de ocupación de vehículos. Baleares se ha convertido en un destino caro, comparándolo por ejemplo con Turquía o Egipto.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra competitividad?
Tenemos que abaratar los precios, pero la Administración también tiene que ayudar, por ejemplo bajando los impuestos. Hoy en día, así como está la situación, una bajada de impuestos ayudaría, porque en estos momentos no podemos competir con destinos como los que le he citado. Como mínimo, sería necesario una rebaja del impuesto de circulación. Hemos de ser más baratos como destino, pero también tenemos que pagar menos a la Administración. Por otra parte, desde las instituciones se debe dar un mensaje positivo de lo que representa el turismo para nuestra Comunidad. No debe darse en ningún caso un mensaje negativo, nunca.
Su sector es esencial para la industria turística...
Sin embargo, el sector del transporte es el gran desconocido de la Administración, el gran olvidado. No se conocen sus problemas. Además, nuestro sector apenas es tenido en cuenta a la hora de programar las distintas ayudas y subvenciones. Se olvida que el transporte también es turismo.
¿Cuántos trabajadores del sector del transporte hay en Baleares?
Nuestos cálculos son de que en total hay en la actualidad unas 2.000 empresas y unos 20.000 trabajadores.
Actualmente, ¿es caro el combustible?
Sí, lo es. Tenga en cuenta, además, que el combustible es el segundo coste más importante de las empresas de transporte. En una empresa de autocares puede representar el 20 por cien de los costes de explotación, mientras que en una empresa de transporte de mercancías puede representar entre el 25 por cien y el 30 por cien. Además, es un coste que no se puede repercutir en el cliente.
Como transportista, ¿cuál diría que es el estado actual de las carreteras isleñas?
Reconocemos que en los últimos ocho años el estado de las carreteras ha mejorado. A ello habría que añadir que hace unos meses han empezado, además, las obras de la autovía entre Llucmajor y Campos. Es verdad que hay algunas carreteras que necesitan algo más de mantenimiento, pero se está en ese proceso de mejora y tenemos que reconocerlo. Por otra parte, las obras del Segundo Cinturón deberían terminar lo antes posible.
¿Es posible acabar con el recurrente problema de los atascos en los accesos a Palma?
Yo creo que sería posible solucionar en buena medida ese problema si cambiásemos algunos hábitos, porque es cierto que los atascos son recurrentes, especialmente a primera hora de la mañana. Desde la Federación queremos ayudar, aportando ideas. Una propuesta sería que a primera hora los semáforos de entrada a Palma dieran menos tiempo de paso a los peatones. Otra propuesta sería incentivar el transporte escolar en autocar para no tener que ir en coche al colegio. Muchas veces, encontrar una buena solución no depende de gastar más o menos dinero.
Hay quienes dicen que los atascos son debidos a los vehículos de "rent a car"...
Eso es un tópico, pero no es cierto. De las siete a las nueve de la mañana no hay prácticamente ningún vehículo de "rent a car" en las carreteras y aun así hay atascos. De hecho, existe un estudio del propio Govern que dice que los embotellamientos no son debidos a los vehículos de alquiler. El problema real es el gran número de vehículos por habitante que hay en Baleares. Por otra parte, tenga en cuenta que cuando hay atascos llegamos tarde a todos los sitios. Los costes de explotación se incrementan debido a esas pérdidas de tiempo, que representan un hándicap.
¿La ecotasa está siendo buena o mala?
Es un impuesto caro. La ecotasa se tiene que bajar, porque nuestros competidores turísticos no la tienen y ello supone una desventaja. Además, en temporada baja no tendría que aplicarse. Dicho esto, creo también que el tema de la distribución de los fondos recaudados tendría que modificarse en parte. Desde mi punto de vista, se tendría que hacer de otra manera. Así, si ponemos ahora como ejemplo una zona turística como Cala Millor, la mitad de lo recaudado en dicha zona debería revertir directamente en Cala Millor y la otra mitad en otras zonas de Mallorca.
¿Este impuesto tiene algún aspecto positivo?
Sí, lo hay, por supuesto. En el caso del sector del transporte, hay una subvención de dos millones de euros de la ecotasa para la transformación o la adquisición de vehículos de gas, en sustitución de los de gasóleo. En ese sentido, estamos contentos con esa ayuda.
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