Los narcotraficantes que controlan Son Banya redoblan el órdago que mantienen con el Ayuntamiento de Palma y vuelven a las andadas. Hoy hace exactamente un mes desde que las excavadoras y la Policía entraron en el poblado chabolista para derruir las construcciones ilegales levantadas en su interior pero antes de llegar a las calles en las que están las casas de los residentes.
Un total de seis puntos de venta fueron arrasados, así como la vía de acceso solada con 380 metros cúbicos de hormigón, entre finales de febrero y principios de marzo, incluida la rotonda con una barca con los colores de la bandera de España.
También fueron eliminados el cañizo de los márgenes de la vía de acceso y los incontables focos led con que se había señalizado el acceso a las casetas de venta de droga.
Sin embargo, pocos días más tarde, los clanes del narcotráfico, demostrando su control absoluto sobre el enclave chabolista, levantaron otras casetas donde continuar con el lucrativo negocio.
El pasado miércoles, 30 de abril, se repitieron las imágenes de los bulldozers entrando en Son Banya escoltados por policías armados, para derribar de nuevo las barracas levantadas ilegalmente.
NUEVO CAMINO DE ACCESO CON LUCES LED
Tan sólo una semana después, el supermercado de la droga de Palma renace de sus escombros. Un nuevo acceso, diferente al camino principal, señalizado con una enorme flecha roja y potentes focos led, indica a los compradores el camino a seguir. La senda está perfectamente delimitada con montones de piedras apiladas y con listones de madera con más luces led en los márgenes.
La vía de tierra conduce a una enorme caseta levantada en el solar entre las calles del poblado y la carretera Ma-5012, con los colores de la bandera de España, como hace un mes tenía la barca que decoraba la rotonda ilegal construida para distribuir el tráfico en la zona de compraventa de sustancias.

Además de lo anterior, los clanes han situado centinelas en puntos elevados, protegidos con parasoles, con la misión de advertir de la llegada de patrullas policiales o de los temidos y casi invisibles drones de la Unidad de Medios Aéreos de la Policía Nacional.
En definitiva, siguen las escaramuzas entre los narcos de Son Banya y el Ayuntamiento de Palma. El equipo de gobierno municipal sigue determinado a poner freno a las ilegalidades urbanísticas perpetradas cotidianamente en el poblado. Así lo aseguró la semana pasada la portavoz de Cort, Mercedes Celeste, quien garantizó que el consistorio “seguirá implacable” con sus actuaciones en Son Banya.
Mientras tanto, el negocio continúa en el supermercado de la droga de Palma, día y noche, 24 horas al día, siete días a la semana.
2 respuestas
En realidad, parece fácil la solución a este delito continuado de venta de droga: situar Policía Nacional o Guardia Civil permanentemente en Son Baña o bien circulando en vehículos muy a menudo, pidiendo documentación a los visitantes, hacer grabaciones en vídeo, etc. No hay otra solución más que el control constante.
Joan Miquel,
Eres muy de la iluminación en los sitios.