"Es una alternativa a la que cada vez recurren más personas ante los elevados precios de la vivienda", afirma José Miguel Artieda, presidente del Colegio y la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Baleares. Portales como habitacion.com ya anuncian la venta de habitaciones en Palma, aunque en realidad lo que se compra no es una estancia concreta, sino un porcentaje indiviso del inmueble.
En declaraciones a mallorcadiario.com, Artieda explica cómo funciona este sistema: "Se trata de una fórmula legal conocida como proindiviso, que permite escriturar y registrar ante notario una propiedad compartida. Cada comprador adquiere la titularidad sobre los metros cuadrados de su habitación y un porcentaje proporcional de las zonas comunes".
Posteriormente, se redactan acuerdos privados entre los copropietarios que asignan el uso exclusivo de cada espacio. "Funciona de forma similar a cuando una pareja compra un piso al 50 por ciento, pero en este caso lo hacen personas que no se conocen entre sí, o familias que, por separado, no pueden permitirse acceder a una vivienda", añade el presidente de API Baleares.
DE NECESIDAD A NEGOCIO
El auge de esta modalidad responde directamente a la imposibilidad de acceder a una vivienda en solitario. Algunas empresas ya han detectado un nicho de mercado en esta tendencia y se dedican a poner en contacto a posibles copropietarios, gestionando todo el proceso de compraventa.
"Lo vemos tanto como inversión como por necesidad. Hay personas que prefieren comprar una parte de un piso y pagar una hipoteca por algo que será suyo, antes que seguir abonando 800 euros mensuales por alquilar una habitación", señala Artieda.
No obstante, el presidente del Colegio de Inmobiliarios en las Islas advierte sobre los posibles riesgos que puede conlleva esta fórmula: "El principal problema es la convivencia. Pero también pueden surgir conflictos si alguno de los copropietarios deja de pagar, si hay un embargo, o si no se alcanzan acuerdos en los gastos comunes o en el uso de las instalaciones. Por eso es imprescindible regular bien estas operaciones y dejar por escrito todas las normas".
CAUSAS ESTRUCTURALES: FALTA DE VIVIENDA PÚBLICA
Para Artieda, este fenómeno es un síntoma de una situación mucho más profunda y complejo como es la crisis de la vivienda en Baleares. "No hay una única causa. Es la suma de factores como la presión turística, la inversión extranjera, un urbanismo poco planificado y, sobre todo, la falta de previsión en vivienda pública".
Actualmente, solo el 3,3 por ciento del parque residencial en Baleares corresponde a vivienda protegida, mientras que la media europea oscila entre el 8 y el 10 por ciento. "Deberíamos tener al menos el triple —recalca—. Y no me refiero solo a vivienda pública (VPO), sino también a otras fórmulas como la vivienda de protección limitada (VPL), que pueden desarrollarse con colaboración público-privada. Pero todo esto ha sido abandonado".
Además, lamenta la carencia de datos actualizados y fiables: "No sabemos con certeza cuántas viviendas vacías hay, cuántos solares están sin edificar o cuántos terrenos públicos podrían destinarse a vivienda. Sin esta información, planificar es muy difícil".
"CONSTRUIR MÁS NO BASTA: HACE FALTA ORDEN Y PLANIFICACIÓN"
El Govern balear aprueba la construcción de 20.000 viviendas en zonas de Palma. Sin embargo, el presidente de los AP lanza una llamada a la cautela: "Estamos en un territorio limitado. No puede ser la demanda la que dicte dónde construir, sino criterios técnicos como la capacidad de recursos, infraestructuras o impacto ambiental".
Muchos de estos desarrollos llevan años previstos, pero se paralizan por motivos administrativos, como la falta de depuradoras adecuadas. "Ahora, el Ayuntamiento permite que las obras avancen mientras se amplía la depuradora, algo lógico si se hace con planificación técnica", explica Artieda.
Por otra parte, la reciente aprobación de la Ley de Zonas de Crecimiento de Interés Estratégico (ZAGIE) facilita la construcción de vivienda protegida en áreas de transición próximas a núcleos urbanos consolidados. "Pero estas zonas deberían ser el último recurso —advierte Artieda—. Antes de urbanizar más, hay que agotar las posibilidades existentes: solares vacíos, suelos urbanizables, viviendas sin ocupar. Y para eso, una vez más, hacen falta datos y voluntad política".
CONTROL Y PEDAGOGÍA SOCIAL
Para Artieda, el problema exige respuestas estructurales: "No basta con construir más. Hacen falta orden, control y, si es necesario, sanciones. En el alquiler turístico, por ejemplo, la regulación permite mantener muchas propiedades, pero quien incumple la normativa debe ser sancionado sin contemplaciones".
También reclama más pedagogía social sobre el acceso a la vivienda: "Hay que hablar del derecho a la vivienda como un bien básico, no solo desde la perspectiva del residente o el constructor, sino también desde la del pequeño propietario. Si todos buscan maximizar beneficios, el sistema colapsa. Hace falta un debate serio sobre los derechos de todos los actores".
Finalmente, advierte sobre la falta de regulación y el intrusismo: "Muchos intermediarios carecen de formación, desinforman y perjudican a los ciudadanos. Los profesionales cualificados somos una minoría en un sector liberalizado. Por eso insisto: orden, control, sanción y educación. Solo así dignificaremos la profesión y garantizaremos el acceso a una vivienda digna".
4 respuestas
Lo que hace falta es reducir la cantidad de turismo de las islas, esto es totalmente INSOSTENIBlE, los recursos de las islas no dan mas de sí, y lo vamos a pagar muy caro.
La reducción minimo a la mitad y también limitar o prohibir ya mismo, la venta a extranjeros, de esta manera los trabajadores venidos de fuera buscarian otros destinos al no disponer de trabajo en las islas. Y con suerte, con los años, volveriamos a esas islas paradisiacas que nunca tuvieron que dejar de ser, las Baleares. Estamos en manos de multimillonarios avariciosos y politicos corruptos que se han cargado el espiritu del archipiélago.
Si volveriamos a los años del «estraperlo» sa somereta i es pan amb oli..buena solucion !!!!!!
La solución no es crecer a lo hancho y consumir más y más territorio, fíjense en Japón, edificios altos espaciados con jardines y árboles para refrescar la ciudad, más árboles y altura, vayan a Japón y copien bien, lo inteligente es visitar y copiar a quien ya ha demostrado acierto. Pisos más pequeños, estudios, la gente vive mejor sin compartir conflictos
Yo tengo un pisito normal de 118 metros cuadrados cerca de Avenidas.
Consta de tres habitaciones y dos baños. Sólo empleo una. Una me sirve como despacho y la otra está vacía.
Si por la vacía me dan 100.000 euros (una barbaridad), de ninguna manera la vendo. Mientras pueda, en casa no entra nadie.
A 20 metros de casa tengo una plaza de garaje en propiedad. Si me ofrecieras 70.000 euros (otra barbaridad), tampoco la vendo. La comodidad vale mucho dinero.
Estos «negocios», para otros. Y que les vaya bonito.