Alquilar en Palma, una quimera. Así lo refleja el último informe del portal inmobiliario Idealista, que cifra en 64 las familias que compiten por cada vivienda en alquiler anunciada en internet.
La cifra supera con creces la media balear, situada en 37 familias por vivienda, y refleja el nivel extremo de presión que sufre la demanda de alquiler en el municipio.
A NIVEL NACIONAL
En el conjunto de España, los anuncios de alquiler publicados durante el segundo trimestre de 2025 recibieron una media de 38 contactos antes de ser retirados. En Palma, esa cifra se dispara, consolidando a la ciudad como uno de los puntos más tensionados del país en materia de acceso a la vivienda.
El portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, ha advertido que la competencia entre familias ha alcanzado un nivel de "emergencia", especialmente en los grandes núcleos urbanos. Atribuye esta situación a las medidas adoptadas en los últimos años en materia de alquiler, que -según señala- han generado una creciente inseguridad jurídica entre los propietarios. “Muchos han optado por retirar sus viviendas del mercado, lo que ha reducido aún más la oferta y ha disparado la competencia”, afirma.
Iñareta advierte también de las consecuencias sociales de esta situación. Asegura que los propietarios que deciden mantener sus inmuebles en alquiler reciben decenas de solicitudes y priorizan perfiles muy concretos, con garantías económicas sólidas y bajo riesgo de impago. “Esto deja fuera a una parte cada vez mayor de familias que realmente necesitan una vivienda”.
El caso de Palma ilustra cómo la falta de oferta y el endurecimiento de los criterios de selección está dejando sin opciones a buena parte de la población, en un momento en el que la demanda no deja de crecer. La brecha entre quienes pueden optar a un alquiler y quienes quedan descartados se amplía en un contexto donde la vivienda se ha convertido en un bien casi inaccesible para muchos.
Un comentario
Esto tiene fácil solución. Que «blinden» al propietario, que tenga la seguridad que si entra un okupa o un inki-okupa salga por patas al primer mes o el segundo máximo. Que si le destrozan la casa tenga repercusiones penales. Y sobretodo quitar todos los privilegios a todos los okupas y compañía.. después los propietarios van a abrir sus pisos, habrá más oferta y por tanto bajarán los precios.. Pero tenemos a nuestro «queridísimo» Sanchez.. amigo de los okupas, menas y similar.. nada que no lo va hacer.. a disfrutar lo votado.