Así lo ha anunciado en rueda de prensa el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Vivienda y Proyectos Estratégicos, Óscar Fidalgo. Esta medida, según Fidalgo, otorgará al obelisco "la máxima protección de carácter integral", al no contemplarse otro uso para éste.
El edil 'popular' ha subrayado que la decisión responde "al cumplimiento estricto de una sentencia judicial" y ha asegurado que el monumento "no tiene ninguna simbología de tipo político" desde que en 2010 se eliminaron todas las alusiones ideológicas.
Asimismo, Fidalgo ha advertido que "va a caer en saco roto cualquier intento de confrontación utilizando la teoría política e ideológica contra esta decisión", e insistió en que se trata de un acto de legalidad, no de debate partidista.
Una modificación que, ha añadido el regidor, posibilitará que el monolito pase a ingresar en el Catálogo de Edificios y Elementos de Interés Histórico, Artístico y Arquitectónico de la Ciudad de Palma.
No obstante, esta decisión se someterá a información pública durante 30 días, tras su publicación en el Boletín Oficial, y se solicitará información previa al Consell de Mallorca, ya que, en sesión plenaria del mes de octubre del año 2023, la institución insular acordó declarar bien catalogado el monumento de Sa Feixina.
UN LARGO PROCESO JUDICIAL
El edil ha recordado la cronología del conflicto en torno a Sa Feixina. En 2010, durante el mandato de la socialista Aina Calvo, el Ayuntamiento optó por conservar el monumento, considerándolo un símbolo de memoria democrática "para no olvidar los horrores de la guerra y la dictadura".
La decisión contó entonces con el consenso de todos los grupos municipales, que acordaron retirar cualquier elemento de carga ideológica. Sin embargo, en 2015, con el cambio de gobierno municipal, se reactivaron los planes para demoler el obelisco.
En 2016, la entidad ARCA y diversas asociaciones vecinales presentaron un recurso para evitar su derribo. Tras un prolongado proceso judicial, el Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de Palma dio la razón a las entidades en febrero de 2020, una sentencia ratificada posteriormente por el TSJIB (2021) y finalmente por el Tribunal Supremo en octubre de 2022.
Fidalgo ha reiterado que la actuación del Consistorio se ajusta "únicamente al marco legal" y ha recalcado que "la justicia no ha dado la razón a quienes pretendían incluir el monumento en el censo estatal de simbología franquista, al haberse eliminado toda carga ideológica en 2010".
OTROS ACUERDOS URBANÍSTICOS
En la misma sesión de la Gerencia de Urbanismo, también se ha aprobado la adecuación de dependencias del Colegio Sant Francesc de Palma, dentro del ámbito del Centro Histórico.
La modificación del Plan General para proteger Sa Feixina supone el punto final a una larga controversia que ha polarizado el debate ciudadano durante más de una década. En palabras del propio Fidalgo, el monumento permanece "como símbolo de la voluntad democrática de no olvidar nunca los horrores de las guerras ni las dictaduras".
Un comentario
O sea, que es una decisión en consonancia con una sentencia judicial, y no el resultado de ninguna acción política de ninguno de los grupos municipales de ninguno de los partidos con representación en el Ayuntamiento de Palma, que ya veo por ahí a alguno que se adjudica la victoria sobre este asunto.