La Conselleria de Salut busca la solución más propicia para el complejo de edificios de Son Dureta, actualmente cerrado, a partir del estudio de inversiones en otras autonomías pagadas a medias entre la administración central y el autogobierno afectado.
El problema es que el Govern Balear tiene pocos recursos y sigue adelante con su política de austeridad y huyendo de derroches. Pero sus responsables son conscientes de que el complejo de edificios de Son Dureta pueden entrar muy pronto en una fase de degradación que podría ser irreversible.
La idea de crear un complejo sociosanitario atrae al departamento de Martí Sansaloni, por eso la obtención de recursos pasaría por un convenio con Madrid con el que se repartirían gastos. Se buscaría que Madrid pagase el máximo posible de la inversión. De hecho, en la actualidad la titularidad de los bloques es de la Seguridad Social. No sería difícil que fuesen traspasados al Govern. Pero lo cierto es que no hay dinero suficiente para emprender el proyecto, que solamente en su fase teórica de estudios técnicos ya cuesta varios millones de euros.
El objetivo es convencer a Ana Mato de que unos edificios tan emblemáticos e importantes no pueden quedar en estado ruinoso cuando las necesidades sociosanitarias baleares son muy importantes, desde la atención a la tercera edad hasta diferentes especialidades que necesitan un centro de atención específico.