Los sindicatos UGT y CCOO han convocado cinco jornadas de huelga en el sector de la hostelería en Baleares, los próximos días 10, 18, 19, 25 y 31 de julio. Pero, aunque pueda parecer que ambas organizaciones van de la mano, la realidad es muy distinta. La negociación del nuevo colectivo se ha roto tras la decisión de UGT de levantarse de la mesa, lo que ha obligado a CCOO a hacer lo propio para mantener la unidad de acción sindical y no debilitar la posición de los representantes de los trabajadores.
La huelga llega tras meses de negociaciones infructuosas con la cuestión salarial como punto de mayor divergencia. Mientras las patronales se han mostrado dispuestas a asumir un aumento salarial del 11 por ciento en tres años, los representantes sindicales consideran insuficiente dicha oferta.
La UGT, con 10 representantes en la mesa de negociación, reclama una subida del 16 por ciento. CCOO, con cinco delegados, solicita un 15 por ciento de incremento retributivo durante el próximo trienio.
El convenio de hostelería afecta de forma directa a 180.000 trabajadores en Baleares, por lo que la movilización sindical amenaza con paralizar hoteles, bares, restaurantes y discotecas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, en plena temporada alta.
Recordemos que el convenio de hostelería balear es de aplicación obligatoria a empresas tan diversas entre sí como hoteles, apartahoteles, hostales, pensiones, agroturismos, hoteles rurales, campings, restaurantes, cafeterías, bares, cervecerías, pizzerías, comida rápida, catering, discotecas, salas de fiestas, beach clubs, pubs, comedores de hospitales, residencias, colegios, etc.
CRONOLOGÍA
El día 6 de febrero se celebró la primera reunión formal de la mesa de negociación del convenio, con 15 representantes sindicales y otros tantos de las asociaciones empresariales. Se plantearon las grandes líneas de la negociación: reducción de jornada, subida salarial, flexibilización, disminución del absentismo, etc. Pero entonces ya se vislumbró un profundo desacuerdo en las prioridades de las dos partes.
El 28 de febrero ya se produjo un primer choche serio. UGT y CCOO exigieron un incremento salarial del 19 % en tres años. Y la patronal, con Javier Vich al frente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), propuso un convenio de cinco años de duración, pero sin poner sobre la mesa ninguna cifra salarial.
La tensión en la negociación fue en aumento. El 20 de marzo la patronal insistió en abordar el absentismo y la flexibilización, pero los sindicatos respondieron acusando a la patronal de querer recortar derechos conquistados.
No fue hasta el 30 de abril cuando la patronal planteó una oferta de aumento del 8,5 por ciento en tres años. CCOO y UGT la calificaron de inaceptable, y se optó por crear una subcomisión para avanzar por segmentos. La FEHM subió su oferta hasta el 9,5 por ciento.
En la quinta reunión, celebrada el 22 de mayo, las posiciones se estancaron. UGT convocó una protesta el día 6 de junio frente a la sede de FEHM.
El 23 de junio, en una reunión de la subcomisión, la patronal elevó su oferta salarial hasta el 11 por ciento, mientras UGT bajó su exigencia hasta el 16 por ciento, siempre que se garantizase el empleo a los fijos discontinuos hasta un máximo de nueve meses.
RUPTURA
La sexta reunión, el día 26 de junio, acabó en bronca cuando los representantes de la UGT se levantaron de la mesa y anunciaron que irían a la huelga, al considerar que la patronal no ha cedido en puntos esenciales, como salario, jornadas y complementos extras.
La vicepresidenta ejecutiva de la FEHM, María José Aguiló, lamentó la actitud de la UGT y acusó al sindicato de ignorar cualquier avance en materia de flexibilización, absentismo y jornada.
Sin embargo, la discrepancia salarial es sólo la punta del iceberg. La patronal mantiene oferta del 11 por ciento de incremento en tres años, condicionado a concesiones sindicales. Pero UGT y CCOO exigen entre un 15-16 por ciento, lo que supone una brecha demasiado grande.
En cuanto a las condiciones laborales, la UGT denuncia el intento de eliminar complementos por incapacidad temporal y reducir los dos días libres semanales. La patronal, por su parte, rechaza frontalmente la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales.
La FEHM exige implementar nuevos mecanismos sobre absentismo, una jornada irregular y control de cargas, pero los sindicatos ven una erosión de derechos ya consolidados.
Y, por último, la UGT condiciona su bajada al 16 por ciento al compromiso empresarial de alargar la plantilla fija-discontinua hasta 9 meses de actividad, demanda que rechazan los empresarios.
MODERNIZACIÓN
Diversas fuentes confirman a mallorcadiario.com que los empresarios estarían dispuestos a mejorar su oferta salarial más allá del 11 por ciento si los sindicatos hacen concesiones en flexibilidad, absentismo y organización. Los esfuerzos, de aquí en adelante, se van a centrar en estos aspectos donde, tras cinco meses de negociación, no se ha logrado acercar posiciones.
Otras fuentes destacan las distintas estrategias negociadoras que plantean UGT y CCOO. Los primeros, mayoritarios en el sector y liderados por el veterano sindicalista José García Relucio, sólo parecen interesados en menos horas y más salario. Sin embargo, por parte de CCOO, Héctor Gómez se muestra dispuesto a negociar otras cuestiones que permitan modernizar el convenio.
RIVALIDAD SINDICAL
Estas diferencias salieron a la luz tras la reunión de García Relucio con la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, y el portavoz parlamentario, Iago Negueruela. El secretario general de la Federación de Servicios de UGT Baleares cargó contra Héctor Gómez en términos muy agrios. “No creo que sea el momento de hacer pública ninguna diferencia que pueda haber con una persona que viene de Marid, que no lo conoce nadie. Viene de Madrid y viene aquí a decir algo que no está en la mesa. No sabemos todavía qué es lo que pide CCOO”, criticó el líder ugetista. Y añadió: “Hemos visto algo que no ha ocurrido nunca en una mesa y es que la anterior secretaria general de CCOO desaparezca de un día para otro y venga un señor de Madrid que viene a darnos lecciones de una cosa y de otra”.

El representante de CCOO respondió acusando a UGT de utilizar “los derechos de los trabajadores como arma política arrojadiza, no solo contra la patronal, sino también contra CCOO e incluso en clave interna en su propio sindicato”. Según Héctor Gómez, la falta de unidad sindical no ayuda a desbloquear la negociación.
Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de la FEHM, María José Aguiló, lamentó el comportamiento de los representantes de UGT en la mesa de negociación, pues desde el inicio de la reunión del pasado jueves, García Relucio amenazó con levantarse de la mesa y convocar una huelga, “lo cual no favorece un clima de negociación”. Aguiló acuso a la UGT de acudir a la última reunión con decisión tomada de anunciar la huelga.
🗣️ COMUNICADO @fehmallorca 👇https://t.co/3kILOFKePh pic.twitter.com/9ykbQNRyYR
— FEHM (@fehmallorca) June 26, 2025
OTRAS PATRONALES
Recordemos que al margen de la FEHM, también hay representantes de otras patronales en la mesa de negociación, como son Restauración y Ocio y Entretenimiento. Sin embargo, estas patronales mantienen una actitud pasiva y no plantean ninguna propuesta para diferenciar a sus sectores del sector hotelero.
Esta actitud genera recelos, pues en anteriores ocasiones, una vez alcanzado el acuerdo, quienes no habían abierto la boca durante la negociación se lanzaron a criticar el pacto, algo que disgusta a los representantes hoteleros de Mallorca, Menorca e Ibiza-Formentera, que esta vez, a diferencia de 2019, van completamente alineados y unidos.
MARGEN PARA EL ACUERDO
Aún faltan 10 días para la primera jornada de paro convocada por los sindicatos. Todas las partes confían en intensificar las negociaciones para alcanzar un acuerdo y desbloquear la situación.
Recordemos que el Govern ha mostrado su disposición a mediar en el conflicto, a fin de evitar una huelga que dañaría irremediablemente la imagen turística de Baleares y de la que nadie saldría beneficiado.
3 respuestas
UGT se cree con derecho a imponer sus criterios por sentirse arropado por el Gobierno, pero se olvida de que juega con el trabajo de 180.000 personas, que pasaría si la patronal se planta, y empieza a cerrar hoteles?
hay cadenas que con quitarse unos establecimientos mandarían al paro a muchos fijos discontinuos. No se puede llegar amenazando. Si los sindicatos dependieran de las cuotas de sus afiliados y no de subvenciones del estado se lo pensarían mejor. Y lo primero es quitar esos sindicalistas que llevan años liberados, que saben ellos de como se trabaja? Si se dedican a ir a alguna reunión y el resto tienen libre? los que dirigen las diferentes secciones e incluso el sindicato tendrían que tener un mandato máximo de 4 años y no poder presentarse en otro 8 años.
UGT y CCOO son unos vendidos sin sentido común. Primero cobran subvenciones del estado ( y muchas, al última 475.000 € para cursos entre ellos) ¿Cómo pueden defender al trabajador? no van a morder a la mano que les da de comer. Y la falta de sentido común es que van en contra de la empresa, la cual genera los puestos de trabajo. Y vienen estos a una reunión solicitando barbaridades en lugar de mirar por el trabajador y decir que «mejor que solo pidamos esto y para después ya veremos» .. no… a saco a paco.. Lo dicho.. unos vendidos come gambas como se ha demostrado.. Trabajadores de este sector.. estáis apañados si creéis que estos van a conseguir algo.. y si lo hacen será una cuarta parte de lo que podríais conseguir….
Entre unos y otros la casa sin barrer. Es cierto que los sindicalistas están a por uvas, sin entender de qué va esto, pidiendo medidas cuyo efecto combinado ni siquiera entienden (subida salarial más reducción de jornada en un sector en el que lo que faltan son manos). Pero los hoteleros tres cuartos de lo mismo: les puede la racanería. Si aceptaran la subida salarial de los sindicatos (que es una barbaridad, pero también lo son el aumento de precios y márgenes de las últimas temporadas, al menos en hoteles), pondrían de manifiesto lo que realmente es importante, que es que se debe modernizar el convenio y acabar con la lacra de las bajas de fin de semana, el absentismo, etc. Pero en vez de esto, permiten que se centre el debate en un +-5% de la retribución en tres años, cuando no es aquí donde está el problema. Y todo por tacaños. Si fuera yo, les hubiera aceptado un +20% de inicio pero condicionado a mantener jornada laboral, a acabar con las bajas de fin de semana, etc. A ver cómo gestionaban los sindicatos los titulares con su público.