Seguramente, la peculiaridad histórica más significativa de Establiments sea que no siempre fue una barriada de Palma. De hecho, administrativamente pasó en su momento por tres fases distintas, lo que supone un hecho bastante insólito en Mallorca a nivel local.
Desde sus orígenes —en el siglo XVI— y hasta 1837, Establiments formó parte del municipio de Esporles. A continuación y hasta 1919, fue un municipio independiente, para pasar a convertirse ese mismo año en un barrio de Ciutat. Aun así, todavía hoy es percibido sobre todo como un pueblo autónomo en el seno de Palma.

Según explicaba el historiador Antoni Marimon en el libro Els Barris de Palma, parece ser que las causas de la citada incorporación de Establiments a la capital balear fueron, muy posiblemente, "els problemes econòmics i les discòrdies entre liberals i conservadors".
PLANES APROBADOS
En la actual Plaça de la Immaculada, junto a la parroquia, se encuentra el edificio que albergaba la antigua casa consistorial, un inmueble que aún hoy sigue en pie, pero sin ningún uso concreto. Esta situación cambiará en breve, según explica a mallorcadiario.com el coordinador municipal de esta barriada, Toni Server.
"Este edificio decimonónico se rehabilitará íntegramente, pero manteniendo su actual estructura", destaca nuestro interlocutor, añadiendo que pasará a ser un centro sociocultural. También se reformará "toda la plaza", en el marco de un proyecto conjunto para este bello espacio arquitectónico.

"Primero se reformará la plaza como tal y luego, más adelante, el antiguo ayuntamiento", especifica a continuación. En el caso de la vieja casa de la vila, "las obras se han tenido que retrasar un poco, porque al hacer las primeras catas se vio que los cimientos estaban en mal estado, por lo que se ha tenido que hacer un nuevo proyecto de obra".
PUERTA A PUERTA
Server nos acompaña en nuestro recorrido, comentándonos las distintas actuaciones previstas o ya realizadas por el equipo de gobierno que preside el popular Jaime Martínez. Así, mientras nos desplazamos en coche por la zona, recalca que "después de muchos años, se ha conseguido asfaltar la mayor parte de las calles de Establiments".


Asimismo, valora positivamente el actual servicio de recogida de residuos puerta a puerta, que fue implantado por Emaya a finales de la pasada legislatura en varias barriadas de la zona norte del municipio. "En este mandato, Emaya ha conseguido mejorar y perfeccionar el puerta a puerta, utilizando camiones más pequeños para que puedan llegar lo más cerca posible a todas las casas", indica.
En esa misma línea de mejora, "se han eliminado ya tres de los cuatro 'tótems' que se habían instalado en los caminos rurales de Establiments y se ha potenciado el puerta a puerta en toda la barriada". Cabe recordar que los 'tótems' son palos con ganchos para colgar en ellos las bolsas de basura. Dicho sistema había sido criticado en el pasado por los vecinos afectados, que lo consideraban poco higiénico.
REFORMA ACTUAL
Nuestra visita a Establiments acaba en la Plaça del Rutló, "que también se reformará en su integridad". Las obras empezarán a finales de este mismo mes de junio y concluirán en un plazo de dos meses. "Se esperó a que se hubieran acabado ya las clases para ejecutar este proyecto", contextualiza Server.
En dicha plaza vive y trabaja el artista y cocinero, Philip Wolf, en donde se ubicaba el antiguo bar del pueblo. "Yo nací en Establiments, hace 45 años, pero durante un tiempo estuve viajando y trabajando por medio mundo", recuerda. Su padre es alemán y su madre es holandesa. "Eran de los pocos extranjeros que había aquí antes", añade pensando en el pasado. Previamente, sus progenitores habían vivido en Ibiza "en la época buena".

"En Alemania fui pintor de barcos y en Asia trabajaba en un cátering", rememora. Como hecho curioso, Wolf indica que en aquella época le resultaba más barato vivir en un bungalow delante de la playa en Asia durante todo el invierno que hacerlo en España. De regreso ya a nuestro país, montó un estudio de pintura y se centró en su labor artística.
COMERCIO LOCAL
"Soy pintor figurativo. De hecho, provengo del mundo del grafitti y del diseño gráfico", prosigue, para apostillar con buen humor: "A mí las manchitas no me convencen". Wolf vivía sólo de la pintura hasta la llegada de la pandemia. Poco después creó el cátering 'Come y Calla', que lleva con su mujer, Carolina. "Yo soy el cocinero y mi mujer es la encargada de sala, y el día del evento contratamos gente", resume a modo de conclusión.
En el número 1 de la Plaça del Rutló se encuentra 'Es racó de n'Àngela', que es "forn, pastisseria, cafeteria i botiga" a un tiempo. Su propietaria desde hace quince años es, precisamente, la persona que da nombre a este negocio, Àngela, que regenta este local en solitario. "Antes abría mañana y tarde, pero desde la pandemia abro solamente por las mañanas", afirma.

"A primera hora preparo sobre todo desayunos y luego ya meriendas", concreta, reconociendo que a partir de las once la cosa se calma un poco. La mayoría de sus clientes son gente de Establiments, pero también hay "currantes" que trabajan de forma eventual en la zona. "Lo que más me gusta es el trui con la gente y lo que menos me agrada es que se trata de un trabajo muy esclavo si quieres que de verdad funcione", sintetiza.
TODA UNA VIDA
Justo enfrente está la 'Farmacia Ripoll', que es la única que hay en Establiments. Nos atiende María del Campo, que lleva veintidós años trabajando en esta botica. "Para los clientes habituales simplemente soy María de la farmacia", dice con una sonrisa. "Cuando empecé, la gente que antes tenía sesenta años ahora tiene ochenta, por lo que a veces son sus hijos los que suelen venir hoy a comprar", describe.

Hace dos décadas, el propietario de este establecimiento era el farmacéutico Gabriel Ballester Antich, quien hace cinco años se retiró y traspasó el local al farmacéutico Javier Ripoll Coll. "Tenemos bastantes clientes de Esporles y de Es Secar de la Real", continúa María del Campo, quien también resalta que en verano "viene aquí muchísima gente extranjera y de otras comunidades".
Antes de irnos, visitamos el Club de Majors d'Esplai d'Establiments, que se creó hace unos treinta años. Su presidenta, Maria Antònia, revela que cuentan con unas 120 personas asociadas y que para ser socio hay que pagar 30 euros al año. "Uno se puede apuntar a partir de los 65 años", aclara. Entre las actividades que se llevan a cabo están el ball de bot, el baile en línea o las danzas del mundo. La mayoría de personas de esta entidad son hoy mujeres. "Els homes no van de res", ironiza una asociada con fina agudeza.
En este primer tercio del siglo XXI, así es y así vive hoy Establiments, la barriada que nació y creció en Esporles, que se hizo luego independiente y pasó un tiempo sola, y que finalmente se integró en Palma sin renunciar nunca del todo a poder llevar una vida más o menos libre y autóctona.