En las islas de Eivissa y Formentera, la biodiversidad enfrenta desde hace años amenazas cada vez más difíciles de gestionar. La presión sobre las especies autóctonas, especialmente las lagartijas endémicas y algunas aves marinas, ha crecido de la mano de la expansión de especies invasoras, como ciertas gramíneas y, sobre todo, serpientes que nunca habían formado parte del ecosistema pitiuso.
EL CENTRO DE FAUNA: UN RECURSO IMPRESCINDIBLE
Hasta ahora, los animales salvajes heridos o los ejemplares afectados por las especies invasoras en Ibiza y Formentera debían ser trasladados a Mallorca para su tratamiento y recuperación. Esta situación generaba demoras, sobrecostes y, en ocasiones, la pérdida de ejemplares que no resistían el viaje.
El nuevo Centro de Recuperación e Interpretación de Fauna de las Illes Pitiüses, con un presupuesto de 448.369,39 euros, pondrá fin a este problema. Las obras comenzarán este 2025 y se espera que la instalación esté operativa a principios de 2026. Contará con áreas específicas para la atención de fauna terrestre y, en una segunda fase, también para animales marinos, que actualmente son derivados al Palma Aquarium.
El centro estará completamente integrado en el entorno natural del Puig d’en Negre, dentro de una Área Natural de Especial Interés (ANEI). Dispondrá de sistemas autosuficientes de energía y agua, como paneles solares y depósitos de recogida, minimizando su impacto ambiental.
Además de su función como centro de recuperación, tendrá un marcado carácter divulgativo. Incluirá itinerarios educativos, paneles informativos y espacios de observación de fauna. De esta manera, también servirá como herramienta de sensibilización y educación ambiental para residentes, escolares y turistas.
UNA RESPUESTA URGENTE A LA AMENAZA DE LAS SERPIENTES INVASORAS
Uno de los pilares del proyecto es reforzar la lucha contra las serpientes invasoras, principalmente dos especies que han proliferado de forma alarmante en los últimos años: la serpiente de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y la serpiente blanca (Rinechis scalaris). Ambas representan una grave amenaza para la lagartija pitiusa y para la biodiversidad de los islotes, donde habitan especies de aves marinas protegidas.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 1.488.520 euros destinado exclusivamente al control de especies invasoras. Durante los próximos cuatro años se reforzará la colocación de trampas, la vigilancia y los protocolos de detección en puertos y puntos sensibles. También se incorporará nuevo personal: un coordinador, siete operarios de campo y un administrativo, además de la adquisición de vehículos (dos furgonetas y dos todoterrenos) y material especializado como sistemas de geolocalización, cámaras trampa y jaulas.
Las campañas anteriores han logrado capturar 5.764 serpientes hasta 2023, pero la amenaza continúa. De hecho, se ha constatado su presencia en islotes deshabitados, lo que ha llevado al Govern balear a aprobar medidas de urgencia, como el Decreto Ley 1/2023, que establece nuevas obligaciones de inspección en puertos y viveros para frenar la expansión de estos reptiles.
PENISSETUM Y OTRAS AMENAZAS VEGETALES
El proyecto no se limita al control de fauna invasora. También se dirige a combatir especies vegetales como el Penissetum, una gramínea de gran capacidad de expansión que coloniza márgenes de carreteras y espacios degradados, desplazando a la flora autóctona.
La eliminación de estas plantas se realizará mediante métodos manuales, mecánicos y, de forma puntual, con fitosanitarios. Se priorizarán las zonas con mayor valor ecológico y aquellas donde el riesgo de dispersión sea más alto. Paralelamente, se desarrollarán campañas de información y sensibilización para evitar su expansión a través de jardines privados y espacios urbanos.
REFUGIOS PARA LA SARGANTANA PITIUSA
Otro componente innovador del proyecto es la creación de refugios urbanos para la lagartija pitiusa, en colaboración con los ayuntamientos de Ibiza y Formentera y los consells insulares. Estos pequeños refugios, situados en jardines, parques y zonas verdes, están diseñados con entradas diminutas que permiten el acceso de las lagartijas pero impiden la entrada de depredadores como las serpientes.
Este programa no solo tiene un objetivo ecológico, sino también educativo. Se busca implicar a la población local en la protección de una especie que no solo es un símbolo de la biodiversidad pitiusa, sino también un emblema cultural y un indicador de la salud del ecosistema.
EDUCACIÓN AMBIENTAL Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La educación ambiental es un pilar fundamental del proyecto. Y es que el centro no solo actuará sobre el terreno, sino que tendrá una clara vocación divulgativa. Se desarrollarán actividades en escuelas, ferias y espacios públicos.
Asimismo, se generará material específico -folletos, paneles, vídeos- para concienciar a la población sobre la importancia de proteger la biodiversidad y los peligros que representan las especies exóticas invasoras. El objetivo es que la ciudadanía no sea solo espectadora, sino que forme parte activa en la detección, prevención y control de estas amenazas.
Asimismo, el proyecto contempla la reanudación de las salidas didácticas a la Reserva Natural de es Vedrà, es Vedranell y els Illots de Ponent. Se retomarán excursiones, muy populares entre escolares y visitantes, en las temporadas de primavera.
UNA INVERSIÓN ESTRATÉGICA PARA EL PRESENTE Y EL FUTURO
El COFIB, entidad responsable de la ejecución del proyecto, gestionará su desarrollo durante un periodo de 48 meses, entre 2024 y 2028. Durante este tiempo se desplegarán tareas técnicas de campo, acciones educativas, informes administrativos y revisiones periódicas de los protocolos. Todo ello adaptado al ciclo biológico de las especies a controlar, con la finalidad de maximizar la eficacia de cada intervención.
Por tanto, el impacto de esta iniciativa no es solo ambiental. También supone una oportunidad de generación de empleo cualificado, especialmente fuera de la temporada alta, y un refuerzo del modelo de turismo sostenible que persigue el archipiélago balear.
UN MODELO REPLICABLE EN OTROS TERRITORIOS
La problemática de las especies invasoras no es exclusiva de las Pitiusas. Muchos territorios insulares, tanto en el Mediterráneo como en otros océanos, enfrentan retos similares. Este proyecto no solo atiende una necesidad local, sino que también puede convertirse en un modelo replicable en otros lugares donde la biodiversidad está amenazada por la globalización y los flujos de mercancías y personas.
En definitiva, este ambicioso proyecto representa mucho más que una infraestructura o una campaña medioambiental. Es una declaración de intenciones: las Pitiusas apuestan por un futuro en el que la conservación del patrimonio natural y el bienestar de su biodiversidad sean compatibles con la actividad humana y el turismo. Un paso decidido hacia la defensa del territorio, que coloca a Ibiza y Formentera como referentes en la lucha contra las amenazas que enfrenta la naturaleza insular en el siglo XXI.