El Govern ha sufrido en breve dos duros varapalos jurídicos. Por un lado una sentencia del TSJB que anula la devolución generalizada de tarjetas sanitarias a los inmigrantes irregulares decidida por el Ejecutivo de Francina Armengol en 2015, al comienzo de la legislatura. Y por otra, un auto del juzgado de instrucción núm. 2 de Inca, que archiva la querella presentada por los padres del joven senegalés Alpha Pam contra los profesionales sanitarios que atendieron a su hijo. Dicho auto establece que no hubo ni delito de omisión del deber de socorro, ni tampoco homicidio por mala práctica médica. Es cierto que ante ambas decisiones judiciales aún caben recursos y que sobre la primera, el Govern ya ha anunciado su intención de interponerlo.
Sin embargo y pese a los muchos motivos para guardar un prudente silencio, los partidos que forman parte del Ejecutivo -PSIB y Més- siguen utilizando los mismos argumentos políticos que tan severos revolcones se han llevado por los tribunales, con la única pretensión de erosionar al PP. Así, continúan interpelando al PP sobre la asistencia sanitaria universal y gratuita, cuando queda claro que los derechos de todas las personas a ser atendidas quedó salvaguardado.
Por el contrario, hay políticos que debieran pedir públicas disculpas por todas las barbaridades dichas, escritas y filmadas en el caso concreto de Alpha Pam. De forma completamente irresponsable se afirmó que se había dejado morir al joven senegalés, difamando a los profesionales sanitarios que lo atendieron debidamente. En aquellos días todo valió en tal de criticar al Govern del PP. Pero el tiempo pone siempre las cosas en su sitio y ahora se comprueba la indecencia que muchos cometieron al utilizar políticamente y de forma impúdica la muerte de Alpha Pam. Aún así, no existe ninguna esperanza de que pidan disculpas por aquello. Tal es su caradura.