La portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, ha justificado, la propuesta para tumbar la Ley de Memoria Democrática, asegurando que la normativa “solo ha servido para dividir a los ciudadanos, reabrir heridas y reescribir la historia desde una perspectiva ideológica profundamente sectaria”. En un comunicado, el partido ha asegurado que la derogación cumple con los acuerdos firmados con el PP y ha exigido la “inmediata tramitación parlamentaria” del texto.
No es la primera vez que Vox intenta frenar esta ley. Durante la pasada legislatura, cuando la norma fue impulsada por el Govern de coalición de izquierdas, la formación ya mostró su rechazo frontal y presentó enmiendas a la totalidad. Aquella batalla parlamentaria se cerró con la aprobación de la norma, que establecía medidas como la búsqueda e identificación de víctimas del franquismo en fosas comunes, la retirada de símbolos y vestigios de la dictadura y la creación de un censo de víctimas.
Ahora, con el nuevo equilibrio político en Baleares y el apoyo del PP en el Govern, Vox vuelve a la carga con un planteamiento más contundente, derogar la ley de arriba abajo. Según la formación, el objetivo es “acabar con una normativa sectaria, revanchista y utilizada como herramienta de manipulación ideológica”.
En paralelo, Vox ha reiterado su “compromiso con la libertad de pensamiento, con todas las víctimas sin distinciones y con la reconciliación real de los españoles”, deslizando que la normativa vigente responde únicamente a un interés “partidista de la izquierda”.
La iniciativa abre de nuevo un frente político en Baleares, donde el debate sobre la memoria democrática nunca se ha cerrado del todo. Y es que, la derecha más dura redobla su presión para borrar del marco legal cualquier referencia a la reparación histórica.







