Para el PP, el plan padecía de numerosas carencias y su determinación inicial de votar en contra venía amparada por la decisión alternativa de que se tramitara como proyecto de ley y, así, poder introducir mejoras en el texto final. Para líderes como Company, sin embargo, tal opción habría retrasado el reparto de las ayudas, circunstancia que en comunidades tan afectadas por la crisis como Baleares habría resultado demoledora. Tras hablarlo con el secretario general del partido, Teodoro García Egea, Company consiguió que la postura en contra del partido fuera matizada de forma que una abstención no evitase que el proyecto saliera adelante.
Explican a El Infiltrado que el propio Govern -a pesar de la postura posterior del PSIB- había solicitado a Company que intercediera ante sus compañeros de Madrid para no obstaculizar la aprobación de las ayudas; un trámite que finalmente se produjo y que evitó que el Gobierno de Sánchez volviera a repetir el vértigo que ya sufrió cuando estuvo a punto de perder la votación sobre la gestión de los fondos europeos.