En un comunicado, los socialistas han explicado que pedirán la paralización inmediata de la medida y que se rechace la importación de residuos desde Ibiza, Formentera o cualquier otro parte a la planta de Son Reus al considerarla "contraria a los principios de sostenibilidad, responsabilidad territorial y economía circular".
En este sentido, el regidor socialista Daniel Oliveira ha considerado estos hechos como "muy graves" y ha asegurado que no se puede permitir "que el PP vuelva a llevar basura de otros sitios a Palma como ya ocurrió en el 2012".

"No podemos aceptar que el alcalde mire hacia otro lado y que no defienda, de forma inmediata, los intereses de la ciudadanía de Palma", ha dicho el regidor antes de añadir que "el Govern de Marga Prohens y sus socios extremistas de Vox se ríen del trabajo que desde hace años hace la gente de Palma para cumplir con los principios medio ambientales de reducción, reutilización y reciclaje".
30.000 TONELADAS DE RESIDUOS
Según han destacado, la prueba piloto que quiere poner en marcha el Govern prevé un traslado de 30.000 toneladas el primer año, y entre 80.000 y 90.000 toneladas en los próximos años de la fracción resto, lo que significa que solo se recicla un poco más del 30 por ciento del total de las 130.000 toneladas de residuos generados. Ni el Govern, ni el Consell han propuesto ningún plan de Reducción de Residuos, o de pretratamiento y separación de estos residuos, que permita una reducción de los residuos generados.
Además, destacan que el transporte de más de 80.000 toneladas comportaría un aumento sustancial del tráfico pesado con cerca de 15.000 camiones más cada año en las principales vías de Palma, incrementando la presión sobre la Vía de Cintura y la carretera de Sóller. Esto, dicen, puede afectar directamente la calidad de vida de los vecinos de Son Sardina y su entorno, así como incrementar las emisiones y la contaminación acústica.
Según insisten, esta medida "contradice la jerarquía de gestión de residuos y supone un paso atrás en el modelo sostenible y de responsabilidad ambiental que Palma y Mallorca han construido con esfuerzo durante las últimas legislaturas", ha explicado Oliveira.
Por todo ello, instarán al pleno que muestre el rechazo de la corporación a la autorización de la importación de residuos, que se paralice la iniciativa, que se haga un Plan Director de Prevención y Gestión de Residuos de Ibiza y que se destinen los fondos para proyectos de economía circular, mejora de infraestructuras de reciclaje, innovación ambiental y educación ciudadana, y no para cofinanciar el transporte o la incineración de residuos provenientes otros territorios.








