Desde su reforma y actualización en 2016, la EDAR de Sa Coma ha demostrado su capacidad para procesar hasta 11.500 metros cúbicos de agua al día, cubriendo las necesidades de aproximadamente 57.500 personas. Gracias a estas mejoras, la estación cumple con creces los criterios de calidad exigidos para aguas residuales depuradas y cuenta con sistemas de regeneración que permiten reutilizar parte del efluente para riego y otros usos. Sin embargo, existe un excedente que debe gestionarse de forma eficiente y sostenible, y es aquí donde entra en juego el nuevo emisario marítimo.
Actualmente, este excedente se vertía en pozos de infiltración, lo que ha generado problemas de rebosamiento y riesgo de afectación al acuífero subyacente. La falta de legalización de estos vertidos y la posibilidad de salinizar el acuífero motivaron la búsqueda de una solución definitiva que garantizase la protección ambiental y la seguridad del suministro de agua del municipio. El emisario marítimo se presenta como la alternativa más adecuada para evacuar el excedente de manera segura, cumpliendo con todos los estándares ambientales.
El proyecto fue aprobado por la Comissió de Medi Ambient de las Illes Balears en septiembre de 2016, y tras años de trámites, recientemente se ha obtenido la concesión de ocupación del Dominio Público Marítimo Terrestre y la autorización para verter el agua depurada al mar, otorgadas por la Dirección General de Costes y Litoral de la Conselleria de la Mar y del Ciclo del Agua. Esta autorización abre la puerta a la inmediata licitación de las obras, una vez asegurado el financiamiento.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS DEL EMISARIO MARÍTIMO
El emisario proyectado consiste en una tubería de polietileno de 2.990 metros de longitud y 630 milímetros de diámetro exterior, que conectará con el emisario terrestre ya construido cerca de la playa de Sa Coma. Los primeros 735 metros del emisario se enterrarán en una zanja excavada en el fondo marino, evitando zonas de posidonia, con la opción de construir un túnel mediante perforación horizontal dirigida si se presenta un estudio de viabilidad favorable.
Aguas abajo, la tubería se apoyará sobre la pradera de posidonia con lastres de hormigón armado para garantizar la estabilidad frente a corrientes y temporales. El tramo final, ya fuera de la pradera, contará con un difusor de 70 metros de longitud con doce bocas de 90 mm de diámetro. Además, se instalarán 33 bloques de protección de 11,5 toneladas cada uno para disuadir la pesca de arrastre ilegal y proteger la posidonia.
Para minimizar el impacto ambiental, se emplearán cortinas anti-turbidez durante la construcción y habrá un auditor ambiental que supervisará el cumplimiento de todas las medidas de protección. Posteriormente, se implementará un plan de vigilancia y control que permitirá realizar un seguimiento exhaustivo del medio receptor a lo largo de toda la vida útil del emisario.
CALIDAD DEL AGUA Y SEGURIDAD AMBIENTAL
Los resultados de depuración de la EDAR de Sa Coma durante 2023 demuestran la eficacia de la planta: la reducción de la demanda bioquímica de oxígeno (DBO5) fue del 96 por ciento, la reducción de sólidos suspendidos alcanzó el 97,8 por ciento, y los niveles de fósforo total se redujeron un 76,9 por ciento. Con la dilución prevista de 1:100 al salir por el difusor, los parámetros de contaminación serán insignificantes, inferiores incluso a los del agua potable de excelente calidad.
El vertido se realizará a 2.900 metros de la playa y a 32 metros de profundidad, garantizando que el impacto sobre la posidonia y los ecosistemas marinos sea mínimo. Además, el estudio de alternativas del proyecto identificó posibles afecciones de la infiltración en el acuífero sobre tres cuevas subterráneas de la zona, catalogadas como masas de agua cárstica y hogar de seis especies de crustáceos estigobiontes, tres de ellas endémicas de las Islas Baleares.
FINANCIACIÓN Y VIABILIDAD ECONÓMICA
El proyecto cuenta con un presupuesto total de 5.472.250,81 euros, incluyendo la ejecución de la obra, dirección facultativa, coordinación de seguridad y salud, y auditoría ambiental. La financiación se realiza mediante el ITS, dentro del Fondo para favorecer el turismo sostenible, destinado a impulsar infraestructuras que mejoren la calidad ambiental y aseguren una gestión eficiente de los recursos hídricos.
El pago se realizará mediante certificaciones mensuales de obra ejecutada y servicios realizados, distribuyéndose 3.237.930,80 euros en 2025 y 2.234.320 euros en 2026. Se prevé que la obra pueda ejecutarse en siete meses, con inicio inmediato tras la licitación y realización de los estudios geotécnicos. El mantenimiento anual de la infraestructura se estima en 66.550 euros, financiado al 100 por ciento por el Govern mediante el canon de saneamiento.
Con la finalización de este proyecto, la isla de Mallorca avanza un paso más hacia la modernización de sus infraestructuras de saneamiento, reforzando su compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo territorial responsable, garantizando que el crecimiento turístico y urbano conviva con la preservación de los recursos naturales.