Un agroturismo de Mallorca ha acabado en el punto de mira de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural. Inspectoras del Servicio de Control y Calidad Agroalimentaria han intervenido un lote de botellas de aceite de oliva por un presunto fraude en el origen del producto y por rellenar envases puestos a disposición de los clientes del restaurante, una práctica prohibida por la normativa.
Según el Govern, el establecimiento comercializaba aceite de oliva virgen como si fuera virgen extra elaborado en la misma finca y originario de Mallorca. Sin embargo, las botellas carecían de la etiqueta numérica del Consejo Regulador de la DO Aceite de Mallorca. Un distintivo que certifica que el contenido es virgen extra y procede exclusivamente de la isla.
La inspección constató, además, que el aceite usado para rellenar botellas era aceite de oliva virgen (no extra) procedente de una almazara de la península.
El fraude no se quedaba ahí. En la carta del restaurante se anunciaban productos de un huerto ecológico que, en realidad, no existía. También se ofrecían platos supuestamente elaborados con producto local que, tras la inspección, se demostró que no lo eran.
Desde la Conselleria recuerdan que estas prácticas suponen un engaño al consumidor y competencia desleal frente a los productores de las islas, aprovechándose de denominaciones, indicaciones de origen y la reputación del producto local.