Es sencillamente lo que siempre he expresado, cuando se ganan las elecciones y toca gobernar, se tiene que hacer pensando en todos los ciudadanos, no sólo en aquellos que te han votado o los que crees que te pueden votar, porque al margen de ser más ético y democrático, los impuestos de los que no te han votado son los mismos de los que si lo han hecho, mereciendo todo el respeto, euro a euro.
No hemos tenido suerte a mi entender estos últimos ocho años, tanto en la Alcaldía de Palma como en el resto de Instituciones, se ha gobernado privando la ideología, rayando en muchos casos el sectarismo, por encima del bien común o sin tener en cuenta las consecuencias que a medio o largo plazo algunas actuaciones pueden conllevar.
Las personas que nos gobiernan, pueden tener una buena formación e incluso algunos de ellos (muy pocos en esta legislatura) experiencia en los campos en dónde les toca trabajar, pero todo se va al traste cuando no se tiene en cuenta lo obvio, estableciendo otras prioridades que no son las de los ciudadanos.
Nuestra ciudad Palma, era hace 8 años la mejor Ciudad del Mundo para vivir, ahora es la más sucia, dónde aumenta más la delincuencia, vivimos en un continuo atasco en cuestión de movilidad y es imposible desarrollar una vida independiente porque no ha habido políticas razonables de vivienda. Estos son hechos objetivos, incluso cuando los que se van han sacado pecho de la economía, no se dan cuenta de que cada día es más difícil llegar a final de mes aunque tengas empleo, han vivido de espaldas a la realidad.
Jaime Martínez Llabrés, no es un mesías, ni un salvador, es un magnífico profesional, que ha huido del personalismo hablando siempre de EQUIPO, sabe que como en cualquier faceta de la vida, es necesario sumar habilidades, experiencias, cualificaciones de un número de personas que le ayuden a dar la vuelta a esta caótica situación y devolvernos a todos los ciudadanos el respeto y admiración que tenemos por lo nuestro, por nuestra Ciudad, por nuestras calles, por nuestros comercios, por nuestras barriadas, por nuestra playas. Nuestros abuelos, padres y muchos de nosotros con nuestros impuestos y trabajo aportamos para que esta Ciudad fuera grande y tuviéramos un buen nivel de vida, se lo debemos a ellos y a los que ahora están viviendo en esta Ciudad, recuperarla.
La oposición de Izquierdas no ha esperado tan siquiera a que Jaime Martínez Llabrés tomara posesión de su cargo para intentar socavar su proyecto, pero lo que quizás no sepan, es que tiene las ideas muy claras y esto no es una oda, lo pueden comprobar en su programa, un montón de medidas que nos facilitarán la vida todos y en muchas de ellas, lo único que hacía falta era voluntad política, porque en esta Legislatura que ha acabado, los que se van tenían los mejores fondos económicos que ha habido, no fruto de su gestión sino de la desgracia de todos en forma de inflación, subida de la recaudación del IVA y de esos Fondos Europeos, que ni los autónomos o pymes han olido.
Como ciudadano de esta Ciudad en la que nací hace ya unos pocos años, no le voy a desear suerte a Jaime Martínez Llabrés porque se que no la necesita, sabe lo que hay que hacer y no duden que lo hará.