Entre el arte y la navegación

María Martínez Barceló: "El mar es el refugio de mi universo"

María Martínez Barceló posa ante la cámara
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María Martínez Barceló, confiesa ser una mujer apasionada de la luz, de los colores, del mar, los horizontes y los paisajes de Mallorca. Reparte sus pasiones entre el arte y la navegación. Tanto una cosa como otra le aportan vitamina e inspiración. No soporta el maltrato a un animal.

Para confeccionar esta entrevista nos citamos en el local de Wine Lovers propiedad de la empresa Rullán Navarro, de la calle Sant Jaume de Palma, donde nuestra protagonista suele tener obras en exposición. Llegué unos minutos antes y aproveché para tomar unas fotos, a los pocos minutos entró nuestra protagonista. Nos atendió amablemente Leto, la encargada y persona de confianza que nos serviría unos vinos y una tapa de queso. Al poco entraba Silvi Rullán que en nombre de la propiedad comentó - sentiros como en casa.

¿Qué te parece el sitio? – Me preguntó María – Ideal, le contesté.

lugar en el que quedamos con María Martínez Barceló

Es hija de María Antonia, de Felanitx, encargada de comercio familiar y de Domingo, nacido en Inca, que impulso varios negocios, una financiera y tiendas de muebles. Tiene dos hermanos de menor edad que ella, Ginés y Luis. María Martínez Barceló viene al mundo en la Clínica Mare Nostrum de Palma un 23 de Julio de 1971.

…ese año fue declarado por la ONU, Año Internacional de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, en Egipto se inauguraba la presa de Asuán, las mujeres Suizas obtenían el derecho al voto, en Méjico se perpetraba por parte del Gobierno una masacre de más de 225 estudiantes en el asalto conocido como “Matanza del Jueves de Corpus”, fallecían, Jim Morrison, Louis Armstrong y Coco Chanel, John Lennon presentaba la canción “Imagine”, George Harrison organizaba el Concierto para Bangladés con el fin de recaudar fondos por la hambruna, nacían Luis Tosar, Arantxa Sánchez Vicario, Pep Guardiola, Sara Baras, se editaba “Archipliélago Gulag”de Alexander Solzhenistsyn, se estrenaban; Muerte en Venecia de Visconti, Bananas de Woody Allen, La naranja mecánica de Kubrick, Perros de paja de Sam Peckinpah, en el terreno musical aparecía el grupo Eagles, se publicaba Stairway to heaven de Led Zeppelin, Maggie May de Rod Stewart se colocaba número 1 en medio mundo.

Su infancia la pasa entre Palma y Porto Colom ¿Cómo eran aquellos días?

En mi infancia vivimos en el barrio de Bons Aires. Los abuelos paternos eran Ginés y Encarna, y los maternos a los que llamábamos “abitos” eran Catalina y Lluis que tenían casa en Felanitx y en Porto Colom donde íbamos en verano y coincidíamos con el tío Tomeu que fue 35 años misionero en Burundi nos llevaba a navegar con su “llaüt”. Nos contaba historias extraordinarias y nos quedábamos entusiasmados escuchándole. En verano todo era diversión, y en invierno acudíamos a la llegada de los Reyes Magos que nos entregaban los juguetes a los niños, uno por uno. Éramos tan pocos vecinos en invierno que parecíamos una gran familia.

Puerto de Porto Colom, una de las zonas clave para María Martínez Barceló

¿Tuvo juguete favorito?

Sí, el tragadiscos, y mi primer disco fue uno de Donna Summer.

¿Qué tal era cómo estudiante?

Mi prioridad era dibujar y pintar, destacaba con los exámenes de pintura y no me aplicaba en las demás asignaturas. Tampoco quiero exagerar, no fui una mala estudiante.

¿Cuándo empieza a interesarle la pintura?

Desde pequeña me gustaba pintar y me decía a mi misma que de mayor quería ser pintora. Hubo varias cosas que influyeron. En casa estaba rodeada de cuadros de artistas de Mallorca que mi padre coleccionaba, Pascual de Cabo, Xim Torrents, Luis Maraver, Martí Cifre, Tomás Horrach, entre otros. Mi tío Tomeu también era aficionado, fue a clases con Ramón Nadal y me gustaba verle con los pinceles, pero sobre todo la persona que más me animaba era la “abita” Catalina.

¿Qué evocaciones atesora de su adolescencia?

Entre los quince y dieciséis años participé con el Club Náutico de Palma en ediciones de travesías a nado, denominados campeonatos de verano y de invierno, en Porto Colom y en Andratx. La adolescencia no fue mi mejor periodo. Me marché un año a Barcelona con la intención de encontrarme a mi misma y me metí interna en un colegio. Supongo que son cosas de la adolescencia, buscar y buscar.

María Martínez Barceló tomando vinos con amigas y Xisco Barceló María Martínez Barceló tomando vinos

En esta cronología, se nos intercalarán fechas de unos recuerdos con otros ¿Cómo avanzó en el aprendizaje de la plástica?

Me inscribí en la escuela de un pintor que admiraba y sigue siendo un referente para mí, Joan Lluis Rullán. Allí realicé mis primeros estudios y transcurrieron cuatro maravillosos años. Me enseñó a captar la luz característica de la isla. Trabajábamos con diapositivas y nos hacia caer en la cuenta de detalles que nos pasaban desapercibidos, fui aprendiendo la importancia de la perspectiva, del equilibrio, de la compatibilidad de los colores, del dominio frente al reto de cada nueva tela.

Pronto se aplica en la elaboración de bodegones, paisajes de Mallorca y se especializa en su tema predilecto, las marinas.

Me sigue ocurriendo todavía. El mar me absorbe, es la sensación de flotar sobre las aguas.

A finales de los 95 hará su primera exposición colectiva, junto con sus compañeros de la Academia Joan Lluis Rullán, en el Club de Mar de Palma de Mallorca.

Presenté varias obras de flores pintadas en óleo y satisfactoriamente para mí, se vendieron. Las obras grandes solía pintarlas en la casa de mis padres en Felanitx.

imagen histórica de Club de Mar

Prosiguió sus estudios en la academia de Ernest Forteza, y sus últimos años de enseñanza los realizó con el pintor catalán Pep Suari que había dirigido la Escuela libre del Mediterráneo de Xim Torrents.

Desde muy joven trabajé en las empresas familiares, la financiera, las tiendas de muebles, pero necesitaba hacer algo por mi cuenta. Trabajé tres años en Zara, luego estuve de encargada en una tienda de Benetton, todo eso sin dejar de pintar.

A los 34 años me casé, y fuimos a vivir a Marratxí. No dejé de pintar y me dediqué a dar clases a alumnos. Unos años después fui a vivir a Palma. Fue una época de pintar y exponer, al tiempo que empecé a trabajar en el mundo inmobiliario.

Nos comenta que durante un tiempo ha dado clases, ¿cómo es la convivencia, la transmisión de conocimientos con los alumnos?

Con el tiempo percibes si un alumno o alumna tiene ilusión, si sirven, si posee un don. Revives aquello mismo que experimentaste desde el otro lado y lo adaptas a tus enseñanzas lo mejor que puedes. Debo decir que de los alumnos también se aprende.

¿Qué etapa o movimiento de la historia del arte le embauca?

La del Renacimiento, con las interpretaciones de artistas como Leonardo, Rafael o Miguel Ángel.

María Martínez Barceló tomando vinos con amigas María Martínez Barceló en su estudio

¿Alguna vez ha quedado boquiabierta delante de una obra de arte?

Estuve en Florencia y en la Galería de la Academia de Florencia me fascinó el David de Miguel Ángel, hoy todavía notó aquella emoción, y en la Galería Uffizzi contemplando “el nacimiento de Venus” de Boticcelli, dos momentos inolvidables.

¿Cómo definiría la atmósfera en la que está componiendo una obra?

Ilusionante desde el primer momento en que te plantas delante de una tela virgen, a veces la llevas hacía una ruta y de repente cambias o te hace cambiar. Tengo que estar sola en la total intimidad, sin prisas, no puedo ni sentir respirar a mi alrededor, es un ejerció de soledad completa y de concentración. Y es sobre todo un tiempo de felicidad.

María Martínez Barceló trabajando en su estudio de joven

Háganos un escueto apunte de su evolución…

Empecé pintando realismo, mi tema predilecto eran las marinas, supongo que influenciada por la cercanía al mar de Porto Colom, me pasé al impresionismo que era lo que captaba de mis profesores. A medida que avanzaba, percibía que mi seguridad y personalidad aumentaban, hasta dominar las distintas disciplinas. Ahora me muevo más en conceptos figurativos y abstractos y a veces una mezcla de los dos. Utilizo la pintura acrílica por su versatilidad, le añado óleo por las vibraciones y la luminosidad que ofrece y también uso materias arenosas.

Permítame unas preguntas de cuestionario que en algún caso se repiten en esta colección dedicada a los artistas plásticos, pero que nos ayuda a conocer algunos aspectos de su identidad y su carácter.

¿Qué música suele regalarle a sus oídos?

Variada, desde C. Tangana, pasando por grupos como The Beatles, Dire Straits, Estopa y mis favoritos el grupo mallorquín; Antonia Font.

Le pido que nos aconseje algún libro que usted considera de los mejores que ha leído…

Tengo dos títulos; “La sombra del viento” de Carlos Ruíz Zafón y “Orgullo y prejuicio” de Jane Austin.

Las manos pintadas de María Martínez Barceló

¿Haría lo mismo con una película?

Escojo también ese título “Orgullo y prejuicio”. Formidable película.

Si le entregase una varita mágica ¿Qué haría? – Me mira y sonríe…

Desde siempre me persigue un pensamiento, me gustaría algún día poderme dedicar por completo a la pintura y vivir de ella.

¿Qué encontraría en la lista de sus aficiones?

Que me encanta viajar, aprender de otras costumbres, otras tradiciones, otras formas de ver. Valorar lo nuestro cuando estamos fuera.

Entre esos viajes ¿Existe uno insuperable?

He viajado a distintos lugares; Irlanda, París, Roma y de todos me quedo con algo, pero desde niña cuando veía aquellas películas americanas en las que se hablaba de Nueva York soñaba con ir allí. Fui una vez y luego otra, el cruce de culturas es impactante. Visité exposiciones hasta agotarme y volvería cada año a visitar esa ciudad.

María Martínez Barceló junto a un mural

¿Qué aborrece del ser humano?

La mentira, la crueldad con los animales, no puedo soportarlo.

¿Qué temas de actualidad son de tu interés?

La política, el veganismo, el medioambiente, el cambio climático, el sufrimiento de la gente que padece una guerra, la hambruna.

¿Cuál escogería como uno de los días más emocionantes de su vida?

Dos fechas que tienen que ver con el nacimiento de mis dos hijos; Marc y María, ellos son el pilar donde se sostiene mi vida.

Y en el otro extremo ¿Cuál sería uno de sus peores días?

Aquellos en los que el COVID nos tuvo encerrados.

¿Ha habido algún acontecimiento internacional que le haya afectado?

Sin duda, dos brutales atentados, el de las Torres Gemelas 2001 y los acontecidos el 11 M en 2004.

María Martínez Barceló posando

Ha ubicado sus exposiciones en el entorno de su tierra, Marratxí, Bunyola, Valldemossa, Caimari, Búger, Mancor de la Vall, Montuiri, Porto Colom, Inca, Palma.

En ese momento en que estaba haciendo un recorrido visual de las piezas que hay colgadas en las paredes, se acercó Leto para ofrecernos una copa más de vino. Brindemos por sus obras – Le comenté a María.

Nómbrenos algunos de los artistas que están en su cartel de favoritos…

Maraver, Dolors Comas, Pascual de Cabo, Xim Torrents, como ejemplo, pero tengo muchos más.

¿Descríbame lo que ve, si contempla una obra suya?

Que soy pasional, temperamental, sensible, enamorada de la luz y de los colores de la isla. He viajado y nunca he encontrado unos tonos como los que hay aquí. Me deleito en esa frontera entre lo figurativo y abstracto.

En la actualidad… ¿sigue trabajando en el sector inmobiliario?

Sí, estoy muy a gusto en la actualidad en Palmer Inmobiliaria.

Sabemos de su trayectoria profesional, de su entrega por la pintura, de que es madre de dos hijos ¿Le queda tiempo para otras cosas?

Otra de mis vocaciones es la natación, bucear, navegar a vela, pasear cerca del mar, contemplarlo. El mar me proporciona sosiego, tranquilidad. Por eso cuando pinto el mar mi objetivo es transmitir al público esas emociones que me invaden. Estar buceando y experimentar el silencio absoluto ahí abajo, solo los destellos de los rayos de sol que atraviesan las capas de agua. Sentirte parte de aquel universo y hacerlo parte de ti. La posidonia se ha convertido en uno de los elementos predilectos en mis nuevas pinturas.

Ya que hablamos de otras dedicaciones, nos consta que desde hace unos años le interesa la meditación ¿Desde qué perspectiva?

Es para mi propia introspección y porque considero que meditar es sano. Me ayuda a la concentración, me proporciona más claridad mental y creatividad. Puedo desarrollar la atención plena, vivir el presente y estar presente en el momento en que medito. Se ha convertido en una necesidad que forma parte de mí día a día, como comer o hacer deporte.

María Martínez Barceló trabajando

¿Qué puede descubrirnos de su carácter?

Soy una persona optimista, “disfrutona”, de las que vive el momento con toda la intensidad, como si fuera el último. Soy vegana, soy animalista, soy feliz paseando, tomando una copa, soy feliz en casa con mis hijos, con cualquier persona que me acompañe.

Desde la orilla del mar estoy contemplando algunas de sus obras y me adentro para notar la sensación del agua ascendiendo por el cuerpo, el abrazo de las temperaturas, el rumor de las olas, el azul que se encoge y se agranda en las pupilas. Se hace de noche y sobre el azul oscuro la luna se descompone en miles de pedacitos de cristal, la inmensidad me invade y se dibuja el más generoso de los silencios.

¿Qué proyectos están en su horizonte?

Exponer en la próxima Nit de l’Art en Palma 2025, y poder llevar a cabo unas exposiciones previstas en Alemania y en Londres.

Texto: Xisco Barceló

Fotografías: Xisco y María

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