Baleares quiere aprovechar su exposición solar para lograr mejorar la eficiencia energética del archipiélago. Por ello, el Instituto Balear de la Energía (IBE) ha lanzado el Plan Atlas, una herramienta digital que calcula el potencial fotovoltaico de todas las cubiertas del archipiélago. El objetivo no es otro que facilitar a ciudadanos, ayuntamientos y empresas el acceso a la energía solar.
Según explican desde el IBE a mallorcadiario.com desde una plataforma web, el ciudadano podrá consultar cuántas placas caben en su tejado o en el de su comunidad de vecinos, qué potencia se puede generar, qué ahorro supondría en la factura eléctrica y cuánto tiempo tardaría en amortizar la inversión. Se trata de una apuesta por la democratización de las renovables, pensada para acelerar la transición energética desde lo local.

IMPULSO DE PROYECTOS DE AUTOCONSUMO
Detrás de este ambicioso proyecto está el Instituto Balear de la Energía, un organismo público que no solo diseña políticas para reducir emisiones, sino que también impulsa proyectos de autoconsumo, eficiencia y cooperación ciudadana. Mallorcadiario.com habla con su director, Hernando Rayo, para conocer de cerca cómo se ha construido esta herramienta pionera, cómo pueden beneficiarse los hogares y qué papel jugarán las administraciones locales en su despliegue.
"Permite saber cuántas placas solares se pueden instalar en cualquier tejado de Baleares"
¿Qué es exactamente el Plan Atlas y cuál es su objetivo principal?
Más que un plan, es una herramienta, el Atlas Fotovoltaico. Permite saber cuántas placas solares se pueden instalar en cualquier tejado de Baleares, tanto en número máximo como en función de las necesidades energéticas estimadas del edificio. El objetivo es claro: facilitar el acceso a esta información para que más ciudadanos y empresas se animen a instalar renovables.
¿Qué tecnologías se han utilizado para desarrollarlo?
Se ha hecho un vuelo especializado con tecnología LIDAR, que genera mapas de gran precisión. Estos datos se cruzan con capas catastrales y otras fuentes geográficas para detectar sombras, inclinaciones y orientación. Con eso calculamos el potencial de cada cubierta.

¿Cómo será el acceso a esta información?
Estará disponible en nuestra web y también queremos que los ayuntamientos la integren en las suyas. Cualquier persona podrá consultar su edificio, saber cuántas placas caben, qué potencia generarían, el coste estimado y el ahorro previsto. Incluso el tiempo de amortización. Será útil para particulares, comunidades y también para instaladores.
"Nos permitirá saber cuánto podemos generar en suelo urbano y qué parte habría que complementar con suelo rústico"
¿Qué impacto tendrá el Plan Atlas en la estrategia energética de las islas?
Nos permitirá saber cuánto podemos generar en suelo urbano y qué parte habría que complementar con suelo rústico. Por ejemplo, si un municipio consume 5 megavatios y puede generar 3 en tejados, sabemos que hay que buscar el resto en otras ubicaciones. Es una herramienta de planificación clave.
¿Cuál será el papel de los ayuntamientos en este proyecto?
Muy importante. Pueden fomentar el uso de renovables y tendrán acceso al potencial solar de cada edificio de su municipio. Además, pueden acompañar con incentivos fiscales como bonificaciones del IBI o de licencias de obra.
¿Está prevista la participación ciudadana?
Sí, y esperamos que sea amplia. Hasta ahora el autoconsumo se ha centrado en viviendas unifamiliares, pero esto puede abrir la puerta a que comunidades de vecinos o incluso edificios colindantes se pongan de acuerdo. Estamos impulsando también comunidades energéticas y autoconsumos compartidos.

"Instalamos placas en un edificio del Govern y los vecinos en un radio de dos kilómetros pueden apuntarse para beneficiarse de esa energía"
¿Qué ayudas hay para los ciudadanos que quieran instalar placas?
La Dirección General de Energía tiene líneas de subvención según el tipo de solicitante. Además, el Plan Atlas permite calcular en cuánto tiempo se amortiza una instalación. Y muchos ayuntamientos ofrecen bonificaciones fiscales. Todo esto puede consultarse desde la propia herramienta.
¿Cómo se garantiza que estas ayudas lleguen a quienes más lo necesitan?
Con proyectos de autoconsumo compartido en edificios públicos. Por ejemplo, instalamos placas en un edificio del Govern y los vecinos en un radio de dos kilómetros pueden apuntarse para beneficiarse de esa energía, incluso si están de alquiler. Así se garantiza un acceso más igualitario.
"Estamos trabajando ya en hospitales como Son Llàtzer o Manacor, y también en instalaciones deportivas"
Se han anunciado 10 millones para mejorar la eficiencia energética en edificios públicos. ¿Cómo se van a aplicar?
Se priorizan los centros con mayor consumo. Estamos trabajando ya en hospitales como Son Llàtzer o Manacor, y también en instalaciones deportivas. Cambiamos las luminarias por otras LED de bajo consumo para reducir el gasto energético.
¿Cómo encaja esto en el plan de descarbonización?
La eficiencia es parte esencial del proceso. Reducimos el consumo y lo que queda lo cubrimos con renovables. Son dos caminos complementarios para alcanzar los objetivos europeos de 2030 y 2050.

¿Qué papel juegan las pymes locales en todo este proceso?
Fundamental. Las instalaciones medianas y pequeñas las ejecutan empresas locales. Incluso en proyectos grandes, muchas veces subcontratan a pymes de aquí. Esto genera empleo y consolida el tejido económico balear ligado a la sostenibilidad.
¿Cree que Baleares está preparada para ser referente en transición energética?
Tenemos mucho potencial. Ahora mismo estamos en torno al 10% de penetración de renovables y el objetivo es llegar al 30%. Herramientas como el Atlas nos ayudarán a acelerar ese cambio. De hecho, el proyecto ha recibido ya el premio al mejor proyecto público del Colegio de Ingenieros de Baleares.
LA VOCACIÓN TRANSFORMADORA DEL PLAN ATLAS
El Atlas Fotovoltaico no es solo un mapa. Es una puerta abierta a la energía solar para miles de ciudadanos. Con información clara, datos precisos y ayudas públicas, Baleares avanza hacia un modelo energético más limpio, justo y local. La transición energética ya no es una opción, es el camino, y empieza, literalmente, en el tejado de casa.
