Una fecha que vibra en la historia de la música moderna. El 9 de octubre no es un día cualquiera. Es un punto de cruce donde el pasado y el presente de la cultura musical se rozan con precisión casi poética: nace John Lennon, también su hijo Sean, Elvis Presley firma su divorcio y Jacques Brel se despide del mundo. Cuatro historias distintas que, unidas por el calendario, trazan una línea invisible entre la vida, el amor, el arte y la pérdida.
JOHN LENNON, EL COMIENZO DE UNA LEYENDA
En 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, Liverpool escuchaba el sonido de las sirenas antiaéreas mientras nacía un niño llamado John Winston Lennon. Hijo de una madre soñadora y de un padre marinero ausente, su llegada marcaría una revolución en la historia de la música.
Desde su adolescencia, Lennon mostró una rebeldía que no se explicaba solo con la juventud. Era la necesidad de decir algo más grande que él mismo. Y lo hizo.
Con The Beatles, transformó la manera de entender el pop: canciones que eran arte, melodías que eran manifiestos. Lennon fue, ante todo, un hombre que entendió que la música podía cambiar el mundo, o al menos hacerlo pensar.
Su obsesión con el número 9 es parte del mito: nació un 9, vivió en el apartamento 72 del edificio Dakota (7+2=9) y su hijo Sean Lennon nació también un 9 de octubre. Para muchos, el nueve es su cifra de eternidad.
“Imagine” sigue siendo, más que una canción, una oración laica por la paz. Un mensaje que aún hoy flota sobre las ciudades cada vez que el mundo olvida lo que significa convivir.
SEAN ONO LENNON, EL HIJO QUE CONTINÚA EL ECO
Treinta y cinco años después del nacimiento de su padre, Sean Taro Ono Lennon llegó al mundo el mismo día: 9 de octubre de 1975. Fue el regalo que selló la madurez emocional de John y Yoko, y el motivo que lo llevó a retirarse durante un tiempo para dedicarse plenamente a la paternidad.
Sean creció bajo una doble herencia: la lírica de su padre y el arte conceptual de su madre. Hoy, músico, productor y multiinstrumentista, ha sabido construir una identidad propia, entre el rock experimental y el pop alternativo.
Ha colaborado con figuras como Les Claypool o Cibo Matto y mantiene el espíritu creativo de los Lennon-Ono: una mezcla de vanguardia, sensibilidad y búsqueda constante.
En la era de las redes y la nostalgia, Sean representa la continuidad de un linaje que no vive de la fama heredada, sino de la curiosidad por reinventarse.
ELVIS Y PRISCILLA PRESLEY, EL AMOR QUE SE DESMORONÓ
El mismo día de octubre, pero en 1973, Elvis Presley y Priscilla se presentaban ante un juez en Santa Mónica para sellar su divorcio. Seis años de matrimonio bastaron para agotar una historia que empezó como un sueño americano y terminó como una balada triste.
La prensa del corazón se alimentó del drama, pero tras la cortina de titulares había un hombre agotado por la fama. Elvis, que fue el primer gran mito global del rock, se encontraba atrapado entre su leyenda y su fragilidad personal.
Su separación simbolizó el precio del estrellato: el aislamiento, la desconfianza, la soledad detrás de las luces.
Pese a todo, Priscilla y Elvis mantuvieron una relación afectiva respetuosa, criando juntos a Lisa Marie hasta la muerte del “Rey” en 1977.
JACQUES BREL, EL ADIÓS DE UN POETA DEL DOLOR
Y como si el destino quisiera cerrar el círculo de este día cargado de emociones, el 9 de octubre de 1978 fallecía Jacques Brel, el poeta belga que convirtió la chanson francesa en una catedral emocional.
Brel murió a los 49 años, víctima de un cáncer que lo obligó a retirarse prematuramente de los escenarios. En su voz áspera y en sus letras cargadas de ternura y desesperanza, latía una verdad incómoda: el arte nace del amor y del sufrimiento.
Canciones como Ne me quitte pas o Amsterdam son monumentos a la pasión humana, himnos a la vulnerabilidad. Brel no buscaba fama: buscaba intensidad.
Murió en la Polinesia Francesa, lejos del ruido, pero su música sigue habitando los cafés, los teatros y los corazones de quienes aún creen que cantar es resistir.
UN DÍA QUE UNE VIDA, AMOR Y MÚSICA
El 9 de octubre no solo reúne fechas: es un recordatorio de que la música es el espejo de la condición humana. Nacimientos, rupturas y despedidas se entrelazan para recordarnos que el arte no es una línea recta, sino un ciclo de ecos y silencios.
Desde Lennon hasta Brel, pasando por Elvis y Sean, esta jornada resume lo que significa vivir para la música: crear, amar, sufrir, trascender.
Y quizá por eso, cada 9 de octubre el mundo suena distinto.










