La imagen de España que se lleva un visitante no es solo sol y playa. Son rituales compartidos, una “coreografía” de mesa y calle que estructura el día a día: salir de tapas, alargar la charla en la sobremesa, perderse en las fiestas de pueblo o cerrar los ojos en una siesta breve. Una encuesta elaborada por Spin Genie a través de Pollfish sitúa el tapeo como la tradición más valorada por los españoles, seguida de las largas sobremesas, y muy cerca las fiestas locales y la siesta. ¿Costumbres del pasado? Al contrario: se practican con frecuencia y se adaptan a los nuevos tiempos sin perder su esencia.
LAS TRADICIONES QUE MANDAN: TAPEAR, SOBREMESA Y SIESTA
Según el estudio citado, salir de tapas encabeza el podio de hábitos predilectos. No es solo comer: es recorrer la ciudad a golpe de barra, ración y conversación, con una economía del gesto (compartir) y del tiempo (parar) que define la sociabilidad española. “Estas tradiciones reflejan la importancia que damos a compartir y disfrutar de los pequeños momentos cotidianos con nuestros seres queridos”, resume Noemí Martínez, responsable de marketing en Spin Genie.
Por qué la tapa es mucho más que comer
El tapeo funciona como un hilo urbano que cose barrios, plazas y mercados. Es costumbre itinerante, democrática y versátil: de la clásica tortilla a propuestas de autor, pasando por opciones vegetarianas y veganas cada vez más presentes.
La sobremesa como ritual social
La sobremesa es pausa pactada y conversación sin reloj. “En otros países se come a toda prisa; en España valoramos los momentos en familia o con amigos”, apunta uno de los encuestados. Alargar el encuentro tras el plato principal sostiene un tejido social que no cabe en la factura.
La siesta, un clásico que se actualiza
La siesta ya no es dogma de cada tarde, pero resiste en formato “micro” y fines de semana. Hoy convive con oficinas flexibles y el teletrabajo. Para quien se acerca de fuera, es símbolo y curiosidad cultural: siesta. Dormir 20 minutos puede ser el paréntesis más productivo del día.
FRECUENCIA Y VIGENCIA: COSTUMBRES QUE NO SON OCASIONALES
Lejos del tópico de “solo en vacaciones”, el 48% de los encuestados afirma disfrutar de estas tradiciones varias veces por semana, y un 34% lo hace al menos una vez a la semana. Es decir, no son hábitos esporádicos, sino prácticas arraigadas en la vida cotidiana. Lo confirma el mapa social: bares llenos de tarde, cafeterías que invitan a quedarse, plazas que se transforman en pista de baile con la banda local.
TRADICIÓN Y CAMBIO: ¿SE PIERDEN O EVOLUCIONAN?
¿Se están diluyendo? El 39% cree que se mantienen vivas tal cual, mientras que el 44% opina que se han adaptado a los nuevos tiempos; solo el 17% percibe pérdida. La adaptación se observa en cartas con menos carne y más vegetales, sobremesas que también siguen a los desayunos en cafés de especialidad, y afterworks que replican la charla distendida más allá del mediodía.
Nuevas formas de tapeo y ocio responsable
De la croqueta al kimchi, el tapeo cruza fronteras sin renunciar al formato compartir. La clave es la sociabilidad, no la ortodoxia del recetario. Para descubrir rutas e ideas, explora Gastronomía y guía de Viajes en Mallorcadiario.com
Sobremesas en cafés de especialidad y afterwork
La sobremesa se “desancla” del reloj: brunch de domingo con charla larga, merienda con lectura o tardes de afterwork que prolongan el encuentro. El ritual se adapta al ritmo urbano y a los nuevos horarios laborales.
Fiestas de pueblo con mirada joven
Las fiestas locales siguen siendo escuela de pertenencia. A la cabeza, celebraciones con proyección internacional como Semana Santa en España o San Fermín. La innovación convive con la tradición, con especial atención a la seguridad, la sostenibilidad y la participación de nuevas generaciones.
QUÉ RECOMENDAR A QUIEN LLEGA DE FUERA
La encuesta pide elegir una tradición para explicar “lo español” a un extranjero. La sobremesa y el tapeo vuelven a aparecer en los primeros puestos, junto con la siesta y grandes celebraciones populares. ¿Por qué? Porque condensan una idea de tiempo compartido y acceso abierto a la comunidad. Es la cultura de estar tanto como de hacer.
CÓMO VIVIRLAS: UNA MINI GUÍA PRÁCTICA
Planifica el tapeo por barrios, alternando clásicos y barras contemporáneas; intenta evitar las horas punta más turísticas. Defiende la sobremesa: pide un café, un postre compartido o simplemente agua, y disfruta la conversación sin prisa. Siesta breve: 15–20 minutos, luz tenue y sin móvil. Fiestas de pueblo: consulta el programa oficial, respeta normas locales y el descanso vecinal.










